MANUAL ZEN. HOY: EL DOGMATISMO Y EL RELATIVISMO
(De la rigidez de planteamientos y la duda como actitud)
"Estos
son mis principios. Si no le gustan tengo otros"
Groucho
Marx.
1- Crearte
por ti mismo opinión sobre cada uno de los temas. Tener OPINIÓN PROPIA: Ser
crítico. No simplemente aceptar la de otro por que sí y menos dejar
que uno de los bandos te diga lo que debes pensar.
2.-
EMPATÍA: Hacer siempre el esfuerzo de tratar de entender por qué el otro adopta
su postura, cual son sus motivos y razones. Entrenar esta habilidad de ponerse,
aunque sea por unas décimas de segundo, en la piel del otro para entender la
vida desde sus ojos, con su bagaje, su génesis, sus experiencias y vivencias,
su formación.. Pensar ¿en qué puede estar en lo cierto?¿qué puedo aprender de
él?
"Es
cómodo hablar con los que te siguen la corriente: te reafirmas en tus ideas, te
sientes parte de un grupo, protegido, frente al resto de locos que se equivocan. Aprendí
que dialogar con personas que te llevan la contraria es mucho más interesante.
Puede resultar incómodo al principio, sobre todo si eres soberbio, como yo.
Pero cuando aprendes a encajar, la cosa fluye, y las ideas entran. Cambiar de opinión
parece el mayor de los pecados. Creo que tenemos instalado el chip de la
intransigencia desde hace tiempo. La única manera de arrancárnoslo es mirar a
la cara a la gente y decir lo que piensas con el convencimiento de que puede no
ser cierto, que puedes estar diciendo o haciendo una tontería."
3.-DUDA: Humildad, escepticismo continuo hasta de uno mismo. Pensar
"puede que no esté en lo cierto" o admitir que a lo mejor no se tiene
toda la razón. Saber que se puede cambiar de opinión sin problema si hay
motivos para ello, no ser rígido.
" Existe un gran número de
personas que no tienen durante su vida más que una idea, y por lo mismo no se
contradicen nunca. No pertenezco a esa clase; yo aprendo de la vida, aprendo
mientras vivo, y, por lo tanto, aprendo hoy todavía. Es posible que lo que hoy
es mi opinión, de aquí a un año no lo sea, o lo considere erróneo, y me diga:
¿Cómo he podido tener esa opinión antes? "
BISMARCK
(Viñeta del Roto en el País ayer mismo)
En esta tarea son de gran ayuda:
-La curiosidad: querer saber. No
ser tan orgulloso de creerse terminado y perfecto. Entenderse a uno mismo
y a los demás en construcción hacia la coherencia y no acabados. Concebir que
los problemas pueden tener más de una solución, no solo una respuesta.. y
querer conocer otras.
-El desinterés, el desapego, el
alejamiento de la forma en la que los temas me afectan personalmente en el
intento de ser objetivo y crearme opiniones.
-El relativismo: aceptar que las
verdades universales, válidas para todos, no existen. A lo sumo existen las
verdades absolutas personales como nuestras escalas de valores o principios. Y
no tienen por qué ser compartidas o exportables ni hay por que convencer de
ellas a los demás.
La vieja paradoja del "dogmatismo de los adogmáticos" de Voltaire.
ResponderEliminarSiempre me han resultado "curiosos" (por decirlo suavemente) los auténticos esfuerzos intelectuales que hacen algunas personas para defender posicionamientos dogmáticos disfrazándolos de lo contrario.
El adogmatismo es por esencia pacífico y humilde pues reconoce como premisa la posibilidad de estar equivocado y sobre todo es INCLUSIVO y PLURAL (acogedor de toda postura posible). Y sin embargo a menudo nos encontramos posturas excluyentes, agresivas e invasivas vestidas de adogmáticas para darse prestigio o respaldarse de autoridad ética.
Así pasa con quienes para hacer mas tragable su anticlericalismo lo visten de laicismo (que es una postura en esencia abierta incluso más allá del ecumenismo)-por suerte hay muchos verdaderos laicos-, o en la que se sustentan publicamente muchos nacionalismos, o el discurso de ciertos supuestos "demócratas" que acusan de antidemocratas no a quienes lo son sino a quienes no piensan como ellos.
No se puede partir de defender unas ideas en base a la libertad de pensamiento para excluir a quienes no piensan como tú. Es contradictorio. Librepensador no casa con excluyente. Se oye el discurso de "como durante años nos han negado nuestra esencia y nuestra libertad de expresión ahora tenemos derecho a insultar y menospreciar a quienes no piensan como nosotros (pero somos liberales, eh¡¡)".
Lo malo de decir que aceptas todas las opiniones es que ahí van incluidas las que no coinciden con la tuya (de perogrullo)y que hay que aceptar la existencia de las de otros.
El adogmatismo es una postura valiente.