miércoles, 27 de octubre de 2021

"ESPAÑA, LA PRIMERA GLOBALIZACIÓN" (Documental -José Luis Linares-)

 

Pues salgo de ver este documental y lo primero que he de decir es que me ha descubierto cosas que no sabía y ya solo por eso ha merecido la pena:

- El origen de la palabra PROPAGANDA

- La desconocida importancia de la relación comercial España-China y lo que supuso a nivel mundial.

- La importancia de Manila en la estructura geográfica del imperio comercial español como "bazar" del imperio.

- Lo mismo de ciudad de Méjico como epicentro comercial y centro logístico y de distribución del imperio entre sus dos extremos..

- El hecho de que los apaches chiricauas en territorio del oeste norteamericano, bajo dominio hispano convivieran pacíficamente durante tres generaciones con los españoles y sus descendientes y en 20 años desde la cesión del territorio a USA con su política de expansión hacia el oeste, se les masacrara (Con la historia de Jerónimo -que se llamaba así por el cura español del pueblo en que nació- incluida)

Lo que más me ha gustado ha sido ver y oír a personas cultas hispanoamericanas (estudiosos, catedráticos, profesores universitarios, investigadores,.. mejicanos, argentinos,..) con sentido crítico ante las barbaridades del populismo y del  indigenismo. ..e incluso a holandeses y británicos en la línea de asumir que la leyenda negra fue un ejercicio de falsificación de la historia para dañar a España a falta de poder hacerlo militarmente.

..Y oírles hablar de España como un conjunto que incluía todos aquellos territorios como provincias de las que sus habitantes se sentían parte (y estaban representados en su gobierno general) y no como colonias ajenas o territorios invadidos por un imperio opresor, explotador, alejado y metropolitano. Saber que todos ellos estuvieran en donde estuvieran se sabían españoles sin distinción y que allí estaba España.


..Y oírles hacerlo en una lengua común con cientos de acentos diferentes.

.. Y ver en pantalla grande reconocido el papel histórico de Castilla en lo que el mundo es hoy día.

Como curiosidad la diferencia entre la "colonización" (lo que hacían Bélgica e Inglaterra con sus colonias cuando fueron potencias imperiales) y la "Colonización" que llevó a cabo España, y que en rigor sí puede llevar ese nombre no como las otras, consistente en hacer nuevas españas allí donde iba en lugar de sucursales comerciales. La de mandar a los mejores allí (profesores de universidad, gobernantes, filósofos..) en lugar de "a lo peor" de la metrópoli. La de ordenar que se mezclaran las razas en lugar de prohibirlo expresamente. La de pensar en los derechos de los "colonizados" como en los de los "colonos" y hacerlo en pie de igualdad desde el principio.

Lo más flojo tal vez son algunos momentos de argumentación más visceral y poco profunda (incluso nada académicos en algún pasaje), un tanto simplistas hechos en aras del afán divulgador. En esos momentos el documental roza la leyenda rosa y tan errado está quien lo plantea como un paraíso azteca que los españoles interrumpieron como quien entiende que la conquista se hizo sin violaciones y masacres. También me parece flojo el argumento del "Los otros lo hacían peor" como base intelectual para una defensa de una idea de expansión. Hubiese estado bien dedicar un tiempo con realismo a lo que para algunas corrientes de pensamiento actual se hizo "mal". No para rebatirlas y entrar en ese juego equivocadamente, sino para no dar la impresión de que esa parte de la realidad se quiere disimular o pasar de puntillas sobre ella como si hubiese algo que ocultar. La mejor defensa, si es que tal cosa fuera necesario, que no lo creo, es el argumento de los valores de cada momento y no de los del revisionismo histórico desde los actuales, pero no hay por qué dejar de abordar esa parte, ni nada de que avergonzarse (y menos pedir perdón).

Mi conclusión tras ver el documental es que nuestro peor enemigo como país está en casa. Entre otras cosas en esa manía tan nuestra de minar nuestro prestigio internacional matándonos entre nosotros (a veces hasta literalmente), de no ser capaces nunca de ser uno mirando hacia adelante juntos sino preferir pasarnos el día tirándonos mutuamente los trastos a la cabeza..

..Que nos hemos creído nosotros mismos durante generaciones la mentira y que la asumimos y se instaló en nuestro ADN como españoles. Y que durante siglos y generaciones hemos arrastrado un sentimiento de inferioridad y autominusvaloración, Que nos convencimos de que éramos de segunda fila comparados con los paises europeos a los que llamábamos avanzados mientras nos refugiábamos en la furia y la raza y decíamos "que inventen ellos" y ensalzábamos al moreno bajito como tipo universal.

..pero que por suerte veo que la generación siguiente cada vez tiene menos de eso.

..y que la forma de quitarnos de encima ese lastre mental y ese complejo es el camino que desde hace 46 años hemos empezado: demostrar a todos, y a nosotros mismos primero, que no es que podemos estar sino que ya estamos en muchos casos, a la cabeza mundial en cosas muy importantes y somos referentes en calidad de vida, en grados de felicidad, en proyectos empresariales, sectores turísticos, sanitarios, de derechos sociales, transición democrática, donación de órganos, seguridad, logros deportivos, diversidad, participación ciudadana, modernización de las fuerzas armadas.. etc. Darnos cuenta y valorarlo. Sentirnos orgullosos de esos logros y seguir mejorando (desempleo, educación, sanidad, política internacional,..) sin sentimiento alguno de inferioridad sino antes bien sabernos en posiciones de cabeza en muchas cosas. Y soltar lastres simbólicos infantiles que ya están superados que se reservan ese orgullo de ser españoles solo para algunos.

.. Y sobre todo me ha hecho recordar la suerte que tengo de haber nacido por casualidad donde lo he hecho y ser resultado cultural e histórico de quien ha venido antes. Y que a cada cual le toca en suerte una cultura, un derecho, unas costumbres, una lengua común y varias que han hablado durante siglos mis vecinos, unos valores, unas instituciones.. destiladas de una historia. Y que estos son los míos como los de otros son los suyos. Y que ha costado milenios llegar a donde estamos. Y que merece la pena su defensa. Y que nadie es su dueño. Y que los símbolos que representan todo ello son eso.. símbolos de algo más importante que una tela, unas notas, unos colores o una persona que da cuerpo al estado en su representación institucional.. Y de que debo ser agradecido por ello y compartir mi suerte en la medida de lo posible con quien no la tiene. Y que tengo la obligación, como otros la tuvieron antes, de mejorar  mi legado para que sea mejor para los siguientes.

Post-data: Ha estado muy bien oír a Joaquín Díaz cantando "Viva España" ..que si de alguien se puede decir que tiene una postura conservadora ese es sin duda Joaquín Díaz.

Y ya.

jueves, 12 de agosto de 2021

LA POLARIDAD INDECENTE

 

No. No vale todo. Así no.

Ni aunque tuvieras razón vale todo. Que puede que la tengas. O no. No lo sé. Ese no es ahora el tema.

Deber haber reglas. No puede tratarse solo de sembrar la cizaña gratuitamente, alimentar el odio de los que están esperando su dosis diaria, destruir por destruir, estar enfadado y hacer que nos enfademos todos unos contra otros. Pobre objetivo vital es ese de conseguir tensión, de predisponer a la ciudadanía al enfrentamiento mutuo. Generar odio es la más triste de las misiones autoimpuestas. No me imagino meta personal más digna de pena.

No cabe refugiarse en que lo que acusas es tan grave y estás tan harto que cualquier método vale. Hemos de mantenernos cuerdos, civilizados, humanos. Esto no puede consistir solo en la soflama radical, en sembrar el mal rollo, despertar la víscera, enarbolar la guadaña vengadora y arengar a las masas furibundas encabezando movimientos de hastiados listos para el linchamiento y turbas de personas que no necesitan pruebas de lo que dices si les refuerza lo que ellos creían o sospechaban. No puede bastar con lanzar a las masas contra quien manifieste desacuerdo con tus opiniones o con tus métodos exigiendo adhesión inquebrantable so pena de ser tenido por traidor o simpatizante de quien acusas, ni simplemente en tirar la piedra en el deseo de que las aguas se agiten. Ese es el compendio de lo peor del ser humano. Así no se logra la regeneración que dices perseguir. Y lo sabes..

Por justa que sea la causa que dices defender pierdes la razón por equivocar el método. Nada te permite arrogarte el derecho de arruinar honras y vidas sin pruebas amparado en el poderoso impulso del infundio insinuado, la acusación sembrada en el terreno de la duda creada, la sospecha alimentada de nada, el rumor maledicente..

Hay límites. Las decencia debe serlo. Eso que haces es inquisitorial y malvado. Es ponerse al nivel de lo peor que dices denunciar. No es periodismo, ni crítica, ni denuncia siquiera. Eso es insultar y ofender a base de sembrar la duda sobre la honorabilidad de las personas, y puede que injuriar y calumniar incluso. Acusar para ver qué crece, dejar caer insinuaciones sin respaldo, acosar entrando en lo personal, exigir posicionarse contra otros como muestra de lealtad a tu visión de lo correcto, promover los más bajos instintos. Odiar y promover el odio.

La crítica es necesaria, la denuncia vigilante es de agradecer.. pero los fines no justifican todos los medios. No debemos dejar que la amenaza sea el instrumento, el chantaje la herramienta, el matonismo la regla, el lenguaje agresivo y ofensivo el recurso. Tiene que haber métodos más limpios y honrados.

La ambición de que se escriba hater y salga tu rostro no es legítima. Si algo nos sobran son profesionales del odio independientemente del bando en que militen, polarizadores y enfrentadores, suicidas en busca de su minuto de gloria en martirio social para apuntarse al bando de los supuestos perseguidos por los poderes ocultos.

No quiero que nadie me diga quienes son mis enemigos. Ya sé quienes son. Quienes lo hacen son mis enemigos.

Y ya.

miércoles, 11 de agosto de 2021

CONTAGIO


Os presento mi teoría de la homeopatía ideológica o bandismo por transferencia:

1) El accionista mayoritario de El Corte Inglés contribuye a una campaña de "Hazte Oír"

2) Muchos simpatizantes de "Hazte oir" lo son también de VOX.

3) Simpatizantes de VOX sufragan la campaña del partido..

TITULAR: EL CORTE INGLÉS SUFRAGA A LA ULTRADERECHA ESPAÑOLA

Ergo.. hay que hacer boicot a El Corte Inglés 
A) No comprando sus productos y
B) Destruyendo el prestigio de la marca

Así funciona... así se hunde una empresa y a sus empleados 

Sin pruebas.. por el boca a boca.. sin contrastar.. con retuits.. sin medir las consecuencias.. por capricho pasajero.. por pose anticapitalista..

Y ya.

jueves, 15 de abril de 2021

EL DILEMA (La paradoja randyana)


¿Cómo se planta cara al bandismo sin caer en su trampa? ¿Cómo se enfrenta uno a alguien sin oponerse a él y ponérsele enfrente? ¿O en este caso sí está legitimado hacerlo dada la causa? ¿Cómo se puede ser antibandista sin constituir con ello a a su vez un bando en sí mismo? ¿Cómo podemos hacer quienes vemos que nos tratan de enfrentar obligándonos a posicionar en uno u otro bando, quienes no creemos que los haya o los deba haber, para oponernos a esa estrategia sin usar sus armas? ¿Cabe la dialéctica bandismo-antibandismo? ¿Resta solo la indiferencia o hay alguna forma de oponerse a esa deriva sin actuar precisamente contra lo que nos irrita que otros hagan? ¿Ser anti algo -aunque sea ser contrario a los que son anti otro- es lícito? ¿Es coherente? ¿debemos unirnos los antibandistas y formar nuestro propio bando con nuestras propias estrategias para oponernos a los bandistas?

La actitud ética ante el bandismo puede ser la pasiva indiferencia y la mirada desde la superioridad moral. Y quien la adopta cuenta con mi comprensión y simpatía. Es una postura que entiendo perfectamente. Pero creo que el hombre ha de luchar contra su instinto bandista en la esfera personal, su querencia hacia esa natural predisposición, y desde luego contra el intento externo de manipulación reduccionista que es el bandismo como corriente social o intento intencionado de polarización por interés. Creo que ante el bandismo hay que ser antibandista. Y eso no implica agresividad ni enfrentamiento intelectual, ni enemistad con el otro. Eso es el bandismo. Conlleva antes actitud decente en lo personal, apuesta continua, aun cuando suponga sacrificio en el interés propio, por la verdad y la justicia, esfuerzo por la coherencia, autonomía de criterio, espíritu crítico, duda y adogmatismo.

Mi respuesta es si a todas esas preguntas. Y la herramienta a usar, la que nos distinga de ellos, ha de ser la que oponga a su táctica de sembrar odio la educación y la empatía, la independencia de criterio, la claridad en la postura opuesta a su intento burdo de manipularnos, la inteligencia, la confianza en nuestros principios (cada uno en los suyos), la moderación, el respeto. No dejar espacio a la duda cuando intenten tacharnos de tibios o equidistantes. No dejarnos situar en otro lugar que no sea la libertad de criterio personal para cada cosa cada momento, cada opinión. El auto análisis sincero y crítico. Y no renunciar tampoco a denunciar el bandismo como lacra, a negarse a aceptar con derrotismo que esté ya asumido como posición de base. Como hacen cada día personas anónimas o conocidas que no se adscriben ciegamente a la defensa de los suyos hagan lo que hagan sino a la búsqueda de la verdad, de la justicia, de lo correcto. Como hacen cada día buenos opinadores ecuánimes como Rubén Amón, Pérez-Reverte, Juan Soto Ivars, Carlos Alsina.. tratando de superponer su autonomía al sensacionalismo del clickbait y la esclavitud de las audiencias, a cambio de pagar el precio de ser tenidos por lo que no son desde todos los bandos de odiadores.. Como tratan de hacer a diario miles de personas honradas en sus pequeñas decisiones diarias cuando tratan de ser justas y luchan contra su interés personal y su egoísmo, periodistas vocacionales perseguidores dela verdad sea esta la que sea, jueces íntegros orientados al fin para el que existen, e incluso algún político milagrosamente..

Y Ya.

domingo, 11 de abril de 2021

SOBRE LA GUERRA CIVIL

 


¿Te has leído ya la de Pérez-Reverte de la Guerra Civil?

Si puedes hazlo. Aunque sea solo como homenaje.

Es árido hasta un poco más de la mitad. Parece que no pasa nada y cada capítulo es igual al anterior. Solo movimientos de tropas arriba y abajo y acciones militares. Pero luego cambia y el último tercio es hermoso y emocionante.

Yo me la acabo de terminar hace cuarto de hora y estoy en esa sensación extraña e íntima que se tiene tras acabar un libro. Un mar de sensaciones encontradas.

Lo primero que siento es nostalgia de mi abuelo, y comprensión de sus silencios cuando de niño, inocente, le preguntaba por la guerra. Y de sus lágrimas una vez enseñándome una cicatriz de metralla en su espalda y recordando, más para él que para contármelo, a sus amigos que se quedaron allí.

Siento como que con este libro se cierra una etapa para los españoles.

Lo segundo que siento tras leerlo es agradecimiento. Para que mi vida haya sido tan cómoda otros vivieron aquello entonces.

Y lo tercero es reconocimiento. Es extraño pero a pesar de serme ajeno el detalle de lo que la novela cuenta pues no estuve allí me reconozco en esos españoles, en sus formas de ver la vida, en sus gestos, sus expresiones, sus caracteres y rasgos, en sus maneras de enfrentarse a las cosas que les suceden, en sus paisajes, en sus reacciones y miradas..

Incomoda, angustia, estremece, horroriza a veces y emociona. Darte cuenta de que es verosímil lo que cuenta. Y no me refiero a que esté bien documentado y los movimientos de tropas pudieran suceder como los describe, sino a que estás seguro que las distintas actitudes de cada personaje son absolutamente reales y reconocibles. A que el miedo, el valor, el compañerismo, la cobardía, la incompetencia, la indiferencia, la mera supervivencia, el heroísmo, la piedad, la honradez, la maldad, el agotamiento, el hambre, la desesperación, la crueldad.. fueron así seguro y de todo ello hubo mucho..

..solo que entre gente que se hablaba en la misma lengua de trinchera a trinchera.

Duele. ..Y hace falta recordar que no fue hace tanto.

Y ya.

sábado, 23 de enero de 2021

MANIOBRAS EVASIVAS

 

No confundir. Que por no querer hablar de algo no significa que no me interese. Y menos que por huir de conversaciones que hacen que me enfade y tienden a la polarización, o de comentarios tristes y oscuros, es que esté en desacuerdo con su contenido. Es simplemente que me aburren. Que prefiero hablar de cualquier otra cosa. Que odio sentirme manipulado, que intenten cabrearme, contagiarme su rabia, compartir su indignación. O peor aún; que por no cabrearme tanto como otra persona por algo me tenga que sentir ajeno o expulsado de un grupo. Porque tristemente sucede que ya no hace falta estar en desacuerdo con alguien para crearte enemigos. Basta a alguna gente que no estés tan enfadado como ellos por algo para crear suspicacias y extrañezas. "Si no está tan cabreado como yo está claro que es porque está de acuerdo con los otros". El "refuerzo mutuo" en las conversaciones es un peligro con el que hay que estar vigilante. Lleva a extremos y libera monstruos escondidos. Como la renuncia a la moderación.

Y es un problema. Porque no solo es que las personas que me dan sus puntos de vista me merezcan el respeto normal, sino que muchos de ellos me resultan interesantes barómetros sociales y tengo a quienes los sostienen por personas con criterio, dignas de ser escuchadas con atención y tenidas muy en cuenta. Pero es que no soporto que se me arrastre al pozo oscuro del enfado continuo y a la tristeza como actitud vital. Prefiero cualquier enfoque al pesimismo retroalimentado. Cualquier tema al tema al que las conversaciones vuelven siempre últimamente: Hablar de lo mal que está todo y de quien tiene la culpa de qué.

Por ello tan a menudo me voy, o me escapo por la tangente y me marco una maniobra "Loco Iván" (Y a veces cometo el error de usar el humor para construirme el puente para esa huida en las conversaciones y es peor pues es tenido por ironía contra el interlocutor y se molesta). Lo hago (huir) cada vez que detecto esa pesada sombra de la conversación polarizadora o disgustada que demanda de mí que me posicione claramente con o contra lo dicho por mi interlocutor, cuando siento sobre mi cogote el aliento de la búsqueda del eco confortante del asentimiento confirmatorio, la presencia de ese argumento oscuro que multiplica el efecto negro y triste que me aburre tanto.

Porque hay mil motivos para dar gracias y estar satisfecho por el milagro que vivo, y para estar alegre en lugar de en tensión constante.. y porque prefiero estar positivo que triste y negativo, relajado que enfadado, optimista que pesimista. Y porque no tengo tanto tiempo como para permitirme renunciar a buscar esos motivos antes que ningún otro. Sin que por ello se pueda deducir que no me interese por el tema y menos que al no rebatir el argumento o la consigna es que esté en el punto de vista contrario o sea uno "de los otros".

Y esto es peligroso en los tiempos en los que más que nunca se reprocha la falta de un posicionamiento claro y la expresión incluso sobreactuada de tus opiniones. En que el etiquetado es ley y la falta de claridad en tus extremismos lleva a la defenestración social. En una época en la que nadie se explica que se pueda estar a veces de acuerdo con unos y a veces no. Y a veces de acuerdo con otros. Y a veces en parte solo. Y en la que la palabra traición está fácilmente en boca de muchos y la norma es la adscripción acrítica y la defensa de "los tuyos" digan y hagan lo que hagan.

Pago el precio de ser tenido por ello por muchas cosas que no soy y a veces me entristece. Se me tiene en ocasiones por lo peor, que es adversario en ideas (cuando a menudo ni las he dicho, pero mi silencio se interpreta como concesión al otro injustamente o incluso oposición por no manifestar expresamente acuerdo con lo dicho). O como pusilánime indiferente que deja la solución a los problemas en manos de otro cuando quien me conoce sabe que no es así y esa es acusación injusta (y sobre todo cuando tengo claro que no por cabrearme ni contribuir a un ambiente de tensión se arregla problema alguno. Porque otra cosa no, pero en lo de arreglar los problemas en foros de discusión inútiles y a base de gritos reales o virtuales en conversaciones de cuñados me declaro firmemente práctico y utilitarista.),.... o por neutral o equidistante,.... o simplemente perezoso,.. ..o de desleal para con los míos o traidor a la tribu.

Hay que gestionarlo. Vivir con ello. Es el precio de la convivencia. Cosas peores me soportan a mí mis contertulios. Es solo que a veces me siento grosero en mi huida, en mi cambio de tema brusco, en mi evasión de la cuestión lo más sutilmente que puedo. O peor todavía: tenido por lo que no soy, pensante de lo que no pienso por una presunción nacida de mi silencio que es lo que más odio en el mundo.

Me ha costado muchos años crearme un hábito desapasionado en el que solo me quedo con la esencia y trato de huir de la parcialidad subjetiva y maledicente para crearme un criterio. O para no hacerlo (o tener que expresarlo), que soy libre para ello también. Mi paz mental es el logro. Y es terreno sagrado. 

(Y sobre todo es que ya aburre esa continua y cansina cantinela apelando a lo mal que está todo y lo malos que son los unos o los otros)

Y ya.