domingo, 21 de abril de 2024

EL NEGOCIO DEL BANDISMO

 

No descubro nada a nadie si digo que en una época en la que los redactores venderían su alma por una entrada más (Lo tengo comprobado. He preguntado a Fausto y la cotización de alma de periodista ha bajado en picado), en un momento del articulismo en el que el efecto de atracción de un titular y el clickbait es mucho más importante que el contenido mismo del reportaje, que la noticia en sí de haberla.. cualquier arma es válida para el objetivo del aumento de ventas (o de mantenerse vivo al menos en el mercado salvaje de la comunicación). Y a nadie se le oculta que el recurso a la polarización del público para al menos fidelizar a los tuyos y, con un poco de suerte, generar el mal rollo suficiente para crear polémica y hacerte ver, es una de las más valiosas.

El sectarismo siempre fue un negocio, pero ahora más que nunca. Estoy seguro de que pactan las posturas entre los supuestos medios de tendencias opuestas. Como cuando interviene competencia porque se ha detectado una subida de precios acordada entre las gasísticas debería intervenir alguien cuando se detecta (cada mañana al leer el periódico) una escalada de la "violencia" escrita para dejar bien clara la postura, permitir que se identifiquen con ella tus lectores, crear un canal para volcar el enfado social (o crearlo artificialmente si no existe) y posicionarte claramente contra la del otro medio.

Claro que quien debería intervenir no lo hace porque está encantado con esta estrategia que en su nivel se repite y de la que forma parte.

¿De qué se iba a hablar en los bares y en los grupos de Whatsapp si no nos dieran los argumentarios cada mañana?¿De literatura?¿De arte? ¿A quien íbamos a votar los españoles si no fueran los nuestros o para que no lleguen al poder los otros? ¿Quién nos iba a decir lo que debíamos pensar si no fuera por la nunca suficientemente reconocida labor de los medios tendenciosos y sectarios? Habrá que pagarles por esa labor de servicio público ¿No? No les vamos a pedir encima de su sacrificio por el interés general que lo hagan gratis.

No sé qué me molesta más de todo esto; si las posturas inmorales de quienes lo saben y actúan sin principios o la de quienes encima de hacerlo nos quieren dar lecciones morales. Sí. Sí que lo sé. Los que más asco me producen son los que hacen ambas cosas a la vez. Que curiosamente son los más cotizados y los que más cobran en este sector. Hay que compensarles por la amputación de su alma y su honradez.

Enfadarnos, y mantenernos enfadados lo más posible, entre nosotros es una estrategia evidente, pero es que además de ello se puede vivir (con la supervivencia hemos topado amigo Sancho), con ello se puede ganar dinero, mantener grupos mediáticos, pagar nóminas, repartir dividendos, poner y quitar gobiernos.

Y ya.