La absurda necesidad de tener un enemigo claro (La teoría del "enemigo necesario")
Hay gente que es capaz de olvidar más fácilmente sus
problemas si le das un nombre y una cara, unos colores, un elemento
identificativo .. en el que ver reflejado a su adversario. Y así, una vez
cosificado, focalizar en el mismo todas sus iras. Se acepta como lógico que
algunas personas respondan al planteamiento dialéctico: Existir en la medida en
que exista nuestro enemigo y tengamos claro quién es.
Buena parte de la vida (y la economía) de los grandes
clubes de fútbol responde a esta idea. Se existe en la medida que se odia al
rival tradicional. Muchos grupos y colectivos se convierten en bandos a través
de este instintivo mecanismo. Son algo si tienen un enemigo claro. Esta
sencilla técnica de manipulación de las masas no es solo propia de entidades
deportivas más o menos fanatizadoras. Por ejemplo lo usan los gobiernos para
obtener cohesión social y una “meta común” con la que distraer a sus ciudadanos.
Es muy triste el espectáculo que dan algunos gobernantes cuando se quedan sin
un enemigo claro que ofrecer a sus votantes y vergonzosa la prisa con la que se
disponen a buscar al siguiente. Se trata de una técnica usada
frecuentemente por dirigentes de todo pelaje y latitudes cuando la opinión
pública se les pone en contra o baja su popularidad. No es ajeno al uso de esta
técnica el departamento de estado norteamericano que la utiliza de manera
continua para tener apaciguada a su personal; Caso palmario ha sido el
de Bin Laden, como antes lo fue el de Sadam Husein y luego el de Gadafi. Como
todo el mundo sabe (lo dice Internet así que es verdad) existe un departamento
de la CIA especializado en ir buscando malos por el mundo en los que focalizar las
iras y simbolizar el poder del mal (Recuérdese la representación tan gráfica del enemigo
en la expresión “El eje del mal”.) Bien
es cierto que algunos de estos malos de opereta colaboran bastante en este
juego asumiendo fantásticamente su rol. Basta picar en “Google
Imágenes” las palabras “Kim Jong II”, "Ahmadinejad" o
“Gadafi” para saber a qué me refiero (Aparecen junto al Doctor Infierno,
Saurón, Darth Vader y los malos de James Bond).
A este juego tan sucio es al que tanto le gusta jugar a ciertos comunicadores mediáticos. Miden su éxito por el nivel de odio y rencor inoculado por minuto. Trabajan desde la necesidad de mantener la falsa impresión de que es necesario un enemigo para existir. Para mantener viva esta idea se necesita una dosis de resentimiento en el ambiente. Hay que crear mala atmósfera exacerbando los ánimos cada poco tiempo. Son los “periodistas que odian”, como han sido llamados. Cifuentes (De “Celtas Cortos”) describió perfectamente sus maneras al hablar de “instigadores de la bronca social”.
A este juego tan sucio es al que tanto le gusta jugar a ciertos comunicadores mediáticos. Miden su éxito por el nivel de odio y rencor inoculado por minuto. Trabajan desde la necesidad de mantener la falsa impresión de que es necesario un enemigo para existir. Para mantener viva esta idea se necesita una dosis de resentimiento en el ambiente. Hay que crear mala atmósfera exacerbando los ánimos cada poco tiempo. Son los “periodistas que odian”, como han sido llamados. Cifuentes (De “Celtas Cortos”) describió perfectamente sus maneras al hablar de “instigadores de la bronca social”.
Y si no ya me contarás a que viene esto a 8 de Junio de
2012..
Cuando escriben del enemigo, me resulta inevitable pensar en Snowball y en Emmanuel Goldstein, personajes orwellianos inolvidables.
ResponderEliminarElevando el listón del Blog. Gracias.
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