Hay muchas personas que solo se quedan satisfechas si tienen claro quién es de los suyos y quién de los otros. Únicamente les basta cuando han dejado claro a qué facción pertenecen y lo equivocados que están los del otro bando. Les hay incluso que han hecho de dividir a la gente en frentes y enemistarnos entre nosotros su forma de vida.
Los “bandistas” están por
todas partes dogmatizando y etiquetando a todo el que se ponga por delante.
En este blog vamos a
rastrearles por entre las columnas de los periódicos, en los foros, en las
tertulias radiofónicas, cadenas televisivas, por la calle, en el parlamento.. y
vamos a pasárnoslo bien a su costa.
Hola yo soy ese que se cita en la portada, si, el que abona el Anatidae, el que está en medio que es donde se debe estar. Propongo eliminar a los bandos de uno y otro lado y que únicamente quedemos la facción de los "pagapatos". Ala, solucionado, no se para qué tanto gastar saliva.
ResponderEliminarYo me conformaría con que cada uno pensara por si mismo sin la necesidad de que le tuviera que decir nadie de ningún bando lo que debe pensar. Tampoco hace falta eliminar a nadie, Eso suena sumamente bandista. Gracias por entrar y participar
ResponderEliminarExacto, esa era la intención, provocar el análisis, porque también el que se considera en medio, alejado de los extremos, suele pecar de "bandista" (me gusta tu término). Todos debemos estar vigilantes para no cometer el error de pensar que nuestra postura, aun siendo la más moderada, es la buena y la correcta.
ResponderEliminarSi. Hay que estar atentos.
ResponderEliminarLa vieja paradoja del "dogmatismo de los adogmáticos" de Voltaire.
Siempre me han resultado "curiosos" (por decirlo suavemente) los auténticos esfuerzos intelectuales que hacen algunas personas para defender posicionamientos dogmáticos disfrazándolos de lo contrario.
El adogmatismo es por esencia pacífico y humilde pues reconoce como premisa la posibilidad de estar equivocado y sobre todo es INCLUSIVO y PLURAL (acogedor de toda postura posible. Y sin embargo a menudo nos encontramos posturas excluyentes, agresivas e invasivas vestidas de adogmáticas para darse prestigio o respaldarse de autoridad ética.
Así pasa con quienes para hacer mas tragable su anticlericalismo lo visten de laicismo (que es una postura en esencia abierta incluso más allá del ecumenismo)-por suerte hay muchos verdaderos laicos-, o en la que se sustentan publicamente muchos nacionalismos, o el discurso de supuestos "demócratas".
No se puede partir de defender unas ideas en base a la libertad de pensamiento para excluir a quienes no piensan como tú. Es contradictorio. Librepensador no casa con excluyente. Se oye el discurso de "como durante años nos han negado nuestra esencia y nuestra libertad de expresión ahora tenemos derecho a insultar y menospreciar a quienes no piensan como nosotros".
Lo malo de decir que aceptas todas las opiniones es que ahí van incluidas las que no coinciden con la tuya (de perogrullo)y que hay que aceptar la existencia de las de otros.
El adogmatismo es una postura valiente. Si no "haber elegido muerte".
Absolutamente de acuerdo. La paradoja de los verdaderos librepensadores se produce cuando, en el derecho y la obligación de defender los valores éticos, laicos y democráticos, sienten la responsabilidad de pasar a la acción y no tolerar lo intolerable, mediante denuncia, activismo o cualquier otro medio lícito, valido y democrático. Este es el problema, la defensa de determinados valores siempre es respondida por los alevosos con el argumento de que los que realmente son intolerantes son los otros que no dejan que ellos manifiesten sus ideas, a tal punto que, los verdaderos librepensadores que dudan de TODO por propia idiosincrasia, son confundidos e incluso moralmente detenidos en su acción.
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