viernes, 21 de febrero de 2014

MIERDA.. SE ESTÁN DANDO CUENTA...

Uno que se ha caído del guindo o del caballo de san Pablo y ha descubierto la verdad. 
Bandismo expresado en 144 caracteres.





martes, 18 de febrero de 2014

FINOS POLEMISTAS

"Piedras al río" es el nombre de un programa de una televisión local cuya originalísima estructura consiste en tratar un tema en cada ocasión situando a sus dos contertulios (siempre las mismas personas) defendiendo posturas radicales y polarizadas, para, cuando han conseguido cabrear al personal, dar paso a las llamadas de los oyentes, quienes, claro, a esas alturas de la película están deseando escupir fuego tras oír los dislates de los tertulianos que llevan exagerando las posturas desde hace veinte minutos precisamente para lograr ese efecto "carnaza". Dado que hay gente que cae en la trampa porque no sabe distinguir que el tertuliano está "actuando" para generar tensión, a menudo los comentarios son bastante calientes e incluso ofensivos, insultantes y ordinarios.

Era lo que se pretendía. Prueba superada. Objetivo cumplido. Audiencia record.

"- El tema de hoy será: ¿Valen para algo los funcionarios?

    Leemos en un manual de derecho administrativo las siguientes expresiones:

    "En el ámbito de la función pública la adquisición de una plaza en propiedad se fue consolidando desde la revolución francesa como una garantía para los ciudadanos de independencia de los servidores públicos. Con ello se evitaban los vaivenes en los criterios de aplicación de la norma y se ganaba en seguridad jurídica para el ciudadano. Esta conquista de la ilustración en el ámbito político impedía que la alternancia partidista conllevara aparejada la sustitución en los puestos públicos de los afectos al ideario o grupo anterior por los del nuevo. Se acababa con la posibilidad de tener una policía, unos maestros o unos jueces que favorecieran y sirvieran los intereses del partido en el poder en lugar de los intereses generales."

    O esa otra que dice:

    "Los sistemas de selección para el acceso a la función pública (Oposiciones, Concursos-Oposiciones, etc..) no son otra cosa que garantías de limpieza y transparencia para el ciudadano, pero sobre todo son el mejor método para asegurar que quienes acceden a ella son los mejores que pueden hacerlo."

Como ha quedado comprobado ambas aseveraciones han resultado ser falsas a la fecha de hoy."

La polémica está servida..

jueves, 13 de febrero de 2014

MAGNIFICA ENTRADA DE MAGNIFICO

Magnifica entrada en el blog de "Magnífico Margarito" que reproduzco íntegramente sin cambiar una coma por su interés

 http://magnificomargarito.com/

Esto es exactamente lo que yo sostengo sobre los españoles con mi teoría de la estrategia de bandos solo que yo la construyo desde la buena onda y la ironía y este bloguero lo sostiene desde la verdad descarnada y el pesimismo que otorga decir lo que piensas al llegar a tu punto de hartura. Así, a él se le entiende todo y a mi a veces tras paradojas y bromas se me diluye el mensaje, pero en esencia y mas allá coincido hasta en las comas cuando lo veo gris a mi alrededor.

Yo quizás hubiese añadido a los dos gérmenes que él bloquero (Vallisoletano también) curiosamente) denuncia, a un empresariado voraz y egoísta que solo ve al trabajador como recurso, como trozo de carne útil para sus intereses, sin ver en cada uno de nosotros al individuo cuya vida y felicidad en gran medida depende de su buena gestión..

.. y a un funcionariado adocenado, acomodado y obstaculizante que se ampara en una supuesta seguridad jurídica para en realidad esconderse detrás de ella y no reconocer que actúa solo por el "que no me puedan decir nada a mí" en lugar de por el motivo más noble de cumplir los objetivos de servicio público por los que su puesto y su salario existen..

Por lo demás coincido.

"Contra España


España no se puede explicar y sus problemas no se pueden solucionar. Full stop. Ninguna cabeza mínimamente formada puede entender una realidad tan trágica y absurda como la nuestra. No voy a entrar (hoy) en nuestra historia, pero esto desde luego no es nuevo, nos persigue desde siempre y está en nuestro ADN. España es una unidad de destino, sí, pero en lo miserable y en lo más doloroso de la tragedia. Este país -ya no de pandereta, sino de terrible y medieval oscuridad intelectual-, con legiones de estúpidos a izquierda y derecha, (ambas siempre de acuerdo en su cruzada contra la libertad), con hordas de mezquinos fanáticos en cada metro cuadrado, está condenado a la ceguera y a continuar con esta profunda y secular tristeza.
Nuestros grandes gérmenes se llaman clase obrera e iglesia, en ese orden. Tanto monta, monta tanto. En su vertiente española alcanzan la verdadera dimensión de su putrefacción. Entre ambas se reparten a pachas la desdicha, a base de mentir y de manipular a sus marionetas, que comulgan cada día con la mentira y no se saben parte de ella. Peones de una partida que ni si quiera juegan. Alguien tiene que estar riéndose con la mayor de las carcajadas al ver tanto rebaño y –para más absurdo- sin pastor. Ovejas autodidactas, están en la manada libremente. Llevan la esclavitud marcada a fuego en la piel. Ambos gérmenes, decía, son la cara y la cruz de una misma incapacidad. En ambos casos se trata de una fe laica, destructiva, contra algo, que construye desde el negativo, ritual, tribal, social, basada en sentirse parte del grupo a través de sus liturgias, de sus fobias, de sus filias. Dios importa una mierda, y no te digo ya el trabajo. Lo que importa es la clase, la casta, el rebaño, no destacar, no decir algo diferente. No pensar en definitiva. Odiar en la misma dirección.
Somos un país de mierda lleno de envidia y de rencor hacia todo. Un país lleno de mediocres. Una oda al fracaso, a la vulgaridad hecha dogma. Un país de fracasados. La cultura aquí no le importa a nadie, y me da arcadas ver a los del cine hablando como garantes de la cultura y a sus críticos hablando como garantes de lo contrario. Una panda de actores hablando como si fueran dueños del legado de Shakespeare frente a otro rebaño igual de mediocre hablando en el nombre de la verdadera cultura, o peor aún, de la moral, como si supieran de qué coño va la cultura o la moral ni unos ni otros. Y el resto, asistiendo atónitos al espectáculo, unos a favor y otros en contra. Nadie independiente. Nadie con criterio propio. Siempre contra algo. Siempre reactivos. Siempre débiles.
Los artistas son, en su mayor parte, otros grandes ausentes de España. Siempre queriendo integrarse en corrientes, cada año la que toque. Dejándose ver por la zona que interese, a la moda que se les imponga unos, contra la moda que se les imponga otros. Pose, postura, cosmética, vacío, ganas de integración. Anti-algo. Ni un artista, ni un creador -salvo honrosas excepciones-, tiene ningún interés en el arte porque nadie tiene nada que decir, salvo contra su contrario, movidos por el rencor, por la envidia o por una mezcla de ambas. No hay arte, no hay cultura, no hay absolutamente nada más que tertulianos incapaces engañando a las masas aborregadas. Y mientras tanto, las bibliotecas vacías.
España está loca. España está enferma. Aquí no se puede ni pensar. La derecha es otra mierda –mismo perro, mismo collar- porque ni si quiera existe. Hay que añadir siempre lo de derecha “moderna”, como si la palabra derecha tuviera que justificarse con el epíteto. Es la izquierda la que más tendría que añadir “moderna” para completar su significado tras un siglo XX manchado de sangre entre el socialismo de Hitler, el fascismo de Mussolini, el sui generis falangismo sindicalista (aunque con respeto de la propiedad privada) de Franco –lean sus discursos “indignados”- y el comunismo de Stalin o de Lenin, regímenes todos ellos de izquierda, contra lo que suele imponer el dogma alienante en este país de analfabetos.
El progreso no es lineal y el de España no es diferente; cada uno está en un punto dentro de la evolución. Homo no sapiens y sapiens se codean en su camino de servidumbre. Es complicado coincidir con alguien exactamente en tu mismo nivel de evolución y de progreso, siempre un poco por encima, un poco por debajo. Y por lo tanto hay que frenar y esperar o hay que acelerar para poder si quiera optar a entenderse. En España los niveles de evolución son solo dos: los que sobresalen, que o bien se callan y se ocultan o trabajan desde el individualismo más intenso para no ser molestados ni frenados y la plebe rabiosa organizada en busca de una revolución, la que sea, con quien sea, como sea pero siempre contra los mismos: contra la élite evolucionada. No es la cuna ni el lecho lo que marca la élite, sino la educación, el estudio, el esfuerzo, la independencia de pensamiento. Eso es un intelectual. El que sale del rebaño porque tiene sus motivos. No tengo ninguna duda de que si tuviéramos república, el pueblo clamaría en masa por la vuelta de los Borbones. Vivan las caenas, contra la libertad. Siempre.
La critica a Europa, a los países musulmanes, a los judíos, la vergonzosa frente a Sudamérica, la superioridad ridícula frente a USA, el odio a Francia, a Alemania, a Inglaterra. Odiamos todo porque no conocemos nada y porque la soberbia que da el fracaso es arrogancia mórbida. Se odia a Occidente, a la globalización, a la iniciativa privada y en definitiva a todo tipo de progreso por parte de la izquierda frente al odio a lo que no es ella –y no sabemos qué es- y sobre todo a si mismo por parte de la derecha.
O fatalismo o arranque. O bajas los brazos o empuñas un argumento. Y ni lo uno ni lo otro. Ni el fatalismo es serio, porque hay indignación, ni el arranque es serio porque no existe. Es simplemente rebeldía adolescente, inmadurez. Ni quieren ni saben. Qué desdichada miseria. Como decía Unamuno “la pobreza económica explica nuestra anemia mental”
La postmodernidad debe ser este delirio de coexistencias a diferentes niveles en una una única realidad espacio temporal que nos ha tocado, desgraciadamente, en España. Porque aquí hasta un analfabeto funcional se cree en derecho de opinar de lo que desconoce y de hablar de tú a tú a cualquiera. Es la envidia, es el odio, es la arrogancia más extrema. Es cualquier tertulia de estúpidos, que España consume como dogma y los convierte en estandar, ergo en referente. La estupidez no debe ser estándar. Apagad la puta tele y leed de una vez algo."


martes, 11 de febrero de 2014

DEBATES DE ALTURA

Como el sexo, que solo es sucio cuando está bien hecho, el bandismo a veces es sublime.
Lo es cuando no se toma en serio a si mismo, cuando se practica como entretenimiento dialéctico, cuando es un ejercicio intelectual saludable, cuando hay empatía en las argumentaciones, cuando no hay agresividad en la defensa de las posturas..

Sin embargo tristemente en la mayor parte de las ocasiones ver un ejercicio de bandismo es patético y casi todas las veces sumamente ridículo. 

La gente se pone en evidencia en las discusiones reales o virtuales (en redes, blogs, comentarios a noticias..) posicionándose ciegamente en defensa de lo que digan los míos sin el más mínimo espíritu critico. Sin analizar la idea defendida, solo quién la ha dicho, atacando lo que el otro sostiene sin hacer el mero ejercicio de escuchar lo que ha dicho o sostiene, solo atacando, estando en contra de manera agresiva, por el hecho de que lo ha dicho otro o por quién sea el otro independientemente de lo que haya dicho.

Es muy divertido verlo si no fuera tan triste su postura y tan paternalista la mía ;-)

Pero al fin y al cabo a los contertulios (reales y virtuales) en una parada de taxi, un bar o una entrada en facebook no se les paga por sus comentarios ni se espera altura de miras..

..pero a los periodistas que pueblan las tertulias y a nuestros políticos si.

(A este respecto recomiendo esta entrada en un blog genial escrito por un increible visionario con mente lúcida e inteligencia desbordante)


jueves, 6 de febrero de 2014

TAMBIÉN EN EL MÁRKETING

No es un descubrimiento de nada nuevo decir que la estrategia de bandos lleva siendo usada desde hace décadas como técnica de ventas. Algunas campañas no solo subrayan las características del producto sino que hemos asistido con mucha frecuencia a prácticas bandistas en publicidad. De hecho la publicidad es la sublimación del bandismo llevado a términos de interés y mercado. Si el bandismo era la actitud de algunas personas por la que te obligaban a posicionarte aunque no quisieras, a elegir un bando u otro, a enfrentarte.. vemos esos mismos parámetros usados en las campañas de márketing:

- Enfrentarte al opuesto
Con algunas campañas publicitarias consiguen que elegir un producto no solo es eso. Con ese acto estás demostrando tu adhesión a un bando. Eres de los nuestros. A veces incluso hay que ir más allá y denostar el otro. Se consigue fidelizar al consumidor a la marca mediante la localización del enemigo. Si usas este producto haces lo correcto y evitas hacer lo incorrecto que es usar el de la competencia. Incluso en términos axiológicos. 
A veces esto se extrapola y se convierte en boicot a los productos de una empresa, un territorio, etc.

- Hacerte saber que eres de los molones:
 La pertenencia a un colectivo mas molón o elitista en detrimento de otro que lo es menos (según el interés del publicista lógicamente) es la clave de las "marcas" que se ponen de moda. Lleva lo nuestro y sé cool. No lo lleves y eres un looser. 
Estás con nosotros o contra nosotros.

- Hacerte elegir:
(que obviedad. Eso es la publicidad precisamente) 

- Hacerte saber que eres de los suyos
La base de la sutil campaña que desde hace décadas llevan empresas como Coca-Cola o Apple es eso precisamente: Han buscado un "enemigo" focalizandolo para el consumidor en su directa competencia y tratan de hacer que seas de los suyos, que sigas siéndolo, que no dejes nunca de serlo, que captes adeptos a la causa, que les sirvas de publicidad ambulante, que te diferencies a través suyo, que mires a los otros por encima del hombro para sentirte mejor por consumir su producto... 

lunes, 3 de febrero de 2014

UN SUPONER..


Imagínate la escena.

Ring, riiiing..

-Si, diga..
-Oye Mariano. Soy Alfredo, que digo que como nos descuidemos nos comen el bocata, colega. ¿Vosotros cómo lo veis?
- Pues si. La verdad es que estamos un poco preocupados. Que entre unas cosas y otras nos van a sacar del mapa.. Y ahora encima con la última,.. nos vamos a quedar a verlas venir si no nos ponemos las pilas. ¿Y vosotros?
- Jodó.. Ya te digo. Lo hemos hablado mucho últimamente y hay que hacer algo que no salimos en los telediarios y nos quitan el protagonismo.
- Pues sí. Algo habrá que hacer ¿Que proponéis?
- Dicen estos que hay que llamar la atención, pegar un petardazo. Y tú y yo sabemos que para recuperar audiencia y que vuelvan a  nosotros las miradas no hay nada como una buena discusión. Nos "pegamos" y así todo el mundo se gira. Aprovechamos cada uno para mostrar músculo ante los nuestros, polarizamos un poco la cosa, fidelizamos a los nuestros y atraemos algún indeciso.. No se, la cosa es que se vuelva a hablar de nosotros.
- Vale. ¿Entonces nos marcamos una 6 catorce?.
- Cómo me conoces Mariano. Sabes que es mi debilidad. ¿Empiezas tú o yo?
- Ya empiezo yo que tengo que ir a Valladolid y allí la puedo armar parda con voces y toda la parafernalia.
- Guay.. pues espero y voy calentando para lo de la respuesta. Oye pásate todo lo que quieras como siempre, no tengo ni que decirlo, con que si la herencia y todo eso, pero lo del GAL y eso ni sacarlo.
- La duda ofende Alfredo. Que estamos entre caballeros.

..digo.

¿No sabes?




Y nos lo demuestran día a día


¿QUE GANAS TÚ PORQUE YO ESTÉ CABREADO?

No me lo explicaré nunca. ¿Qué sensación es esa tan agradable para ti como para que te merezca la pena el esfuerzo de hacer todo lo posible por que yo esté tensionado? ¿Qué logras con ello? ¿Qué placer malsano te proporciona?

El otro día entrevistaban a los Morancos en la televisión catalana sobre su último espectáculo que presentan en Barcelona y para el que tienen sesiones hasta fin de febrero. Inexplicablemente alguien entendió que era fundamental para la entrevista saber su opinión sobre el derecho a decidir. Los dos humoristas, que eso es lo que son y no analistas políticos, seguramente más pendientes de no caer mal a nadie y sin medir la repercusión que entre la horda de gilipollas que hay en este país iban a tener, se metieron en un jardín queriendo congraciarse con sus oyentes.

Todo lo que dijo uno de ellos fue algo así como que ellos no estaban en esos temas y que si hay que votar pues que se vote. Pues resulta que la cagaron a nivel nacional por decir algo así. Al día siguiente la bola mediática y las redes sociales sin el más mínimo espíritu crítico ya les habían crucificado por "dar alas al soberanismo independentista que reta al estado"..

..Los Morancos, flipa..

Ahora no saben como salir de esa. 

Si dicen que se equivocaron mal.. se comen las actuaciones hasta Marzo en Barcelona pues mucho descerebrado les verá como unos pusilanimes españolistas anti catalanes.

Si dicen que no es para tanto peor pues al fin y al cabo viven de esto y ser tenido por "secesionista" en esta caza de brujas es suficiente para que no te vaya a ver nadie en Segovia, Cuenca, Almería..

Es todo tan ridículo. Una anécdota chorras como esta, que no tiene el mas mínimo interés periodístico ha sido convertida por alguien en "casus belli" jodiendole la vida a dos personas que sin comerlo ni beberlo  se han visto en medio del fregado de otros.

Comentaba esto con un colega y ha hecho un comentario que daba absolutamente en el clavo:
"- A alguien le interesará fomentar esto."

Y es cierto. Sabemos que los temas tienen un tamaño. El que tienen. Pero que hay gente que o bien porque se lo pasa bien con ello o bien porque vive de generar tensión (ciertos periodistas, políticos..) tienen interés en maximizarlo y hacer que todo el mundo esté todo el tiempo hablando de ello y en tensión creando bandos enfrentados.

Y digo yo, .. que la sensación de lograrlo debe ser orgásmica porque hay que ver las molestias que se toman para lograrlo. El rédito electoral o las audiencias deben merecer la pena (es una afirmación retórica) pues dedicar a ello tu vida debe ser agotador.

DETECTAR LAS COJERAS AJENAS



Hay un cierto perfil de persona, por desgracia sumamente extendido, que necesita constantemente saber "con quien se juega los cuartos".  Esa necesidad de saber "de qué pie cojea cada uno" es la lacra de las relaciones sociales. Son gentes que no pueden vivir teniendo cerca a quien considera de los otros y, claro, para eso necesita saber de un vistazo quien lo es y quien no. Han de saber si les van a respaldar en sus planteamientos o por el contrario les van a llevar la contraria cuando digan algo. Gentes para los que la diversidad es un peligro y un terreno en el que no se manejan bien. Para quienes los que tienen ideas distintas a las suyas son enemigos. Esto demuestra una falta de confianza en uno mismo y en las propias ideas y opiniones ciertamente alarmante. Requieren siempre verse rodeados de personas de las que sepan que no les van a dar una sorpresa. Coincidentes casi gemelos en posicionamientos que se localizan con facilidad entre si y retroalimentan mutuamente. Formadores de bandos naturales por afinidad que pasan al ataque a "los otros" como lógica derivada del hecho mismo de tener ideas propias (¿?).

Es tal la necesidad que la habilidad de "detectar de qué pie cojea cada uno" de sus contertulios y de las personas con las que se relacionan, ha conseguido sublimarse convirtiéndose en talento. Sutiles (o no tan sutiles) preguntas que les dan mucha información. Pistas en forma de reacción o actitud ante frases dejadas caer (simpatías, asentimientos, sonrisas..) que ellos tienen como pruebas definitivas de afinidad o de enemistad cuando pudieran ser simplemente gestos de amabilidad como contertulio. Detalles que les hacen saber si son de los suyos o de los otros.

De tanto tener que hacerlo he terminado desarrollando a su vez una habilidad especial para detectar a estos detectores de cojeras ajenas y sus actitudes. Me molesta especialmente su actitud a la defensiva. Su rigidez dogmática en las posturas. Su agresividad con el que consideran el contrario. 

Estoy un poco cansado ya de tener que recordarles a muchos de ellos que no por pensar diferente de ellos dejo de ser su amigo o de llevarme bien con ellos. Harto de reivindicar mi derecho a tener opiniones propias sin el miedo a que al darme la vuelta sea objeto de sus críticas por "diferente", de explicar que se pueden tener relaciones con personas sin necesidad de que solamente pueda ser si "son de los tuyos" y de que se pueden tener conversaciones enriquecedoras hasta "con los otros", y ello, sorprendentemente, sin tener que discutir ni tener que llevar todo dialogo al enfrentamiento entre posturas polarizadas. De tener que explicar cada vez que muchos de nosotros no funcionamos en esa clave de "o conmigo o contra mi" y que simplemente nos movemos por la vida conversando sin prejuicios sin tener que convencer a los demás de nuestras posturas o de "defendernos" de los "ataques" de los otros en forma de opiniones distintas.

Claro, que igual me estoy metiendo donde nadie me llama porque ellos y ellas se lo pasan bomba siendo así.