sábado, 26 de septiembre de 2020

CUANTO PEOR MEJOR

"..quitar al otro para ponerte tú 
y gobernar aunque sea sobre las cenizas.."

Repugnancia.

Esa es la palabra que me viene a los labios como una arcada cuando me encuentro con esa actitud en un político. Y luego rabia pues suele venir seguida del intento de justificarse mintiendo al defender cínicamente que no es ese el motor de sus actos. Asco de ver cómo me sostiene la mirada con la misma fuerza que sostiene la farsa, aun a través de la pantalla o en la distancia de una declaración o un tuit. 

¡No es cierto malditos! Sois miserables y claro que ese es vuestro método y os importa poco el daño que por vuestra culpa reciban los inocentes mientras lo ponéis en práctica. Hace tiempo que la felicidad del ciudadano dejó de ser vuestra razón de ser si lo fue alguna vez. A nadie engañan ya vuestras mentiras. Sólo existís para seguir ahí todo lo posible, para que ganen los vuestros, para continuar subidos al carro sin que os afecte quien queda por el camino. Cueste lo que cueste. Para dañar al otro cuanto más mejor, minarle y debilitar sus posiciones. Más tontos somos nosotros que os damos carnaza con el debate de las audiencias y la popularidad. El dato que buscáis no es el de las soluciones encontradas a problemas reales, ni el del descenso del daño o el incremento del bienestar. Sólo os importa cada mañana consultar si os han dado más likes que al adversario o si le habéis socavado suficientemente.

Cuanto peor mejor. Cuanto peor para el otro mejor para vosotros. Cuanto más sufrimiento más razones para decirle a alguien que lo ha hecho mal y señalar culpables sin proponer otra solución que el relevo por vosotros. Para que empiece de nuevo la rueda y cambien solo los jugadores, no las reglas.

Claro que ese es vuestro lema. Cuanto peor vaya más posibilidades de atacar al que está en el poder desde la oposición. Más cañonazos a su línea de flotación a ver si se quita para poneros vosotros, que es lo único que os preocupa.`¿Quien va por delante?´ es la única pregunta cuya respuesta importa.

Insultáis mi inteligencia obscenamente con vuestras patéticas reprimendas mutuas y esgrimiendo, como si no nos diéramos cuenta del truco, citas, datos y estadísticas para justificar con apariencia de rigor objetivo y respaldo de autoridad vuestras miserias. Y os escupís a la cara y arañáis como gatas mientras nos decís que estáis buscando puntos de encuentro y vías de colaboración y entendimiento por sentido del deber y de estado y por vuestro acentuado espíritu de servicio público, cuando en realidad solo buscáis culpables que lanzaros unos a otros como balas para agredir al oponente y desgastarle en la esperanza de que sigamos cayendo siempre en el engaño.

Y luego salís y nos miráis con vuestra entrenada cara de sinceros, y nos decís que estáis haciendo todo lo posible.. aunque no sepáis muy bien de qué estáis hablando en ese momento ni sobre qué tema toca hoy engañarnos. Y de reojo os aseguráis de dar un buen perfil y de entrar en el momento justo en que se enciende la bombilla roja de la conexión con las noticias en directo. 

Por supuesto que os alegra que le vaya mal al enemigo, sin pararos a pensar si eso se expresa en despidos, en ruinas, en muertes, en sueños que escapan, en dinero o en tristezas, porque esa ventaja sobre el otro es lo único que veis, y no la desgracia de los peones prescindibles para los que vuestro tablero de juego es nuestra vida. Y en el colmo del cinismo nos retáis mirándonos diciendo que si no nos gusta votemos a los otros sabiendo que también sois vosotros. Y que el farol os va a salir bien pues tenéis todas las cartas en la manga de la alternancia, en la del miedo o en la de la lealtad ciega de los simples.

Y ya.

(Para mayor abundamiento pinchar aquí)

viernes, 7 de febrero de 2020

RECETA PARA UN DISCURSO POLARIZADOR



El departamento de Semiótica de la facultad de Filología de la Universidad de Boston, tras analizar más de 140 horas (dos programas) de monólogos de Federico Jimenez Losantos, tres alocuciones parlamentarias y doce tuits de Gabriel Rufían (que alcanzaron una puntuación de 12 sobre 10 en la escala McQuinley de malahostia), tres intervenciones ante los medios de comunicación de portavoces de VOX y dos discursos de Donald Trump, ha logrado aislar los elementos que componen cualquier discurso del odio y la agitación polemista en busca del cabreo del oyente, determinando que estos son los ingredientes de todo speech que pretenda lograr posturas enervadas y enfados frentistas y sectarios:

- Conecte sin filtro una idea con otra que le vengan a usted a la cabeza aunque no sean sobre el mismo tema siempre que reúnan la condición de ser ideas potencialmente generadoras de agresividad en la mente simple de una persona acrítica de las que solo necesitan "ese" pequeño empujón para terminar de enfadarse. NO deje de hablar. La "continuidad" del discurso cabreante impide pararse a pensar sobre lo que se ha dicho y solo se asume el tono y el "acuerdo general" con la idea básica. Pase sin solución de continuidad de uno a otro punto sin que sea exigible coherencia al discurso ni conexión lógica entre sus aspectos mientras sean temas cabreantes con los que el oyente esté en lo fundamental de acuerdo y con ello instintivamente se vea reforzado. NO se calle. Cabree sin parar. (Hablando de una cosa pase a otra sin que se lo impida el hecho de que no tengan nada que ver entre ellas -como por ejemplo hablando de la gestión del aeropuerto de Barajas pase a que desde allí se ven las fosas de Paracuellos-) 

- Ríjase por la norma de la "homeopatía de las ideas malas" según la cual lo que se toca, aunque sea de manera ligerísima o tangencial (incluso a veces no hace falta ni eso) se "contagia" inmediatamente. Usted siembre el odio que ya crecerá. (Por ejemplo: "Ahí están votando juntos ETA y el PSOE" -identificando ETA y BILDU y dando por hecho la contaminación del PSOE con las características del primero por su íntima relación "probada" en el hecho de que han votado lo mismo en un tema y, ya de paso, dejando caer la sospecha de que ambos están manchados de sangre-)

- Entre dos epítetos elija usted siempre para definir al oponente el más ofensivo (Nos vale perfectamente el ejemplo anterior también para esto, aunque también se podría mencionar la despectiva forma de usar indiscriminadamente términos como "podemitas", "fascistas", "chavistas", "derechita cobarde", "los que quieren destruir España", "ultraderecha", etc.)

- Exagere hasta extremos histriónicos como marca de la casa. Si al hacerlo llega usted a la mentira tómelo como una licencia literaria. ¿Para qué va a decir usted negligencia si puede decir asesinato? (Repita hasta el hastío que hay un acuerdo secreto por el hecho de que han votado sacar a Rajoy y poner a Pedro Sánchez votando la moción de confianza, insista en que la Guardia Civil usó de manera desproporcionada la violencia contra la población pacífica,..) Desbarre sabedor de que nadie le va a llevar la contraria y que no hay un solo discrepante entre su audiencia. Satisfaga las necesidades de los suyos de autoafirmación. Alimente el odio y eche leña al fuego.

- Invente insultos y palabras ofensivas propias. Cree sus propios mantras que luego los simples puedan repetir en sus memes y en la barra del bar mientras mastican el palillo. Repítalos hasta saciarse. No se canse de ello. Diga mucho lo de "Los marqueses de Galapagar" y tal. Ese humor tan "básico" ha demostrado tener gran predicamento entre los idiotas.

- Introduzca la sospecha sin necesidad de pruebas (por más descabellada que parezca la teoría) y una vez dejada caer actúe desde ese momento como si hablara de algo probado.

Aplicando estas sencillas reglas habrá usted conseguido varios importantes objetivos. Habrá sembrado la semilla del odio que a partir de aquí ya crece solo a base de presunciones de veracidad por parte de los simples ("Si lo dice tan rotundamente será que es verdad, nadie lo afirmaría tan tajante sin pruebas.")..
Habrá echado a rodar la bola de nieve que crece en tamaño sin mancha en su conciencia, ya que, como todo el mundo sabe, usted no es responsable de lo que otros hagan con sus palabras.. Las consecuencias que pueda tener su discurso escapan a su control y no son cosa suya. Evidentemente.
Habrá conseguido delimitar claramente quién es de los suyos y quién el enemigo, pues quien no esté de acuerdo (es más quien no esté furibundamente de acuerdo con usted o como mínimo igual de ofendido o cabreado si no más..) podrá ser objeto de sus ataques (y de su turba de seguidores) desde ese momento, ahorrando así gran cantidad de tiempo y esfuerzos baldíos en oír al otro y sus ideas.

Y ya.


sábado, 25 de enero de 2020

INSULTAR POR CONEXIÓN


"Es la mayor ofensa posible la sutileza de no atacar al inferior 
buscando su daño sino el refuerzo íntimo 
en el argumento del discurso y en la fuerza del orador" 
Aristóteles (350 a.c.)
"Sobre la ironía"
-Retórica- (*)

"El mejor timo es ese en el que el pardillo no se entera de que lo han timado"
-El golpe- 
George Roy Hill-1973-


El arte del insulto siempre me ha parecido las más fina y elegante de las habilidades dialécticas. Creo con los mejores autores que con diferencia la mayor muestra de desprecio es la falta de aprecio. Saberse tan superior al insultado que no te haga falta ni ofenderle al hacerlo. No buscar con el insulto que se moleste siquiera. Que eso no sea tu objetivo demuestra tu posición por encima de él. La sutileza irónica es el reflejo perfecto de lo que quiero decir. 
Para mí la situación insultante perfecta es mi respuesta a alguien que no entiende muy bien lo que se le ha dicho pero tiene la sensación, ese remusguillo interior molesto, de que no ha sido bueno (Y se queda deseando decir al menos "Y tú más" -pues no le da para mucho más su ingenio- pero no se atreve por no estar seguro de haber sido atacado). Y a su lado alguien con la suficiente inteligencia para haber captado la ironía levanta la comisura del labio cómplice disimuladamente. Y es que a quien más me gusta insultar (por devolvérsela cuando lo merece) es a los "idiotas contradictorios" ("idiota" en el sentido de falto de inteligencia suficiente y "contradictorio" en el de creerse que la tiene).


"No conozco a la mitad de ustedes ni la mitad de lo que querría, y lo que querría es menos de la mitad de lo que la mitad de ustedes merece"
- Bilbo Bolsón-

Por eso me molesta tanto la falta de estilo insultando que se da continuamente a mi alrededor: ofensas directas, viscerales e instintivas faltas del más mínimo sentido de la elegancia. Reveses de devolución de pelotas de saque dados sin gracia con un palo. Sin dedicarse un tiempo a construir la respuesta ni a pensar el adecuado requiebro (O siquiera si merece la pena hacerlo), o tener el talento genial de dar esas fintas de vuelta ágiles y cortantes que hacen sangrar más por la velocidad del estoque que por la zafiedad de la punzada.

Y de entre todas ellas la que me parece más penosa es la tan frecuente forma de insultar mediante simplemente enumerar adjetivos tenidos por negativos. Lo llamo insultos en cadena o insultos conectados.  

Funciona así:
Llega el simple y oye o lee algo con lo que no está de acuerdo.
La inmediata conexión cerebral bandista que se produce en su cerebro es la de que el otro (el de opinión distinta) es su enemigo..
.. y se siente en la necesidad de responderle, pero no con contra argumentos a su idea, sino con insultos.

Y HACE UNA LISTA MENTAL DE PALABRAS QUE LE SUENAN A INSULTO Y SE LAS LANZA EN RISTRA (Y lo peor es que por alguna extraña deformidad cerebral aún no localizada entiende que entre ellas hay conexión y coherencia. Que quien es una cosa siempre es la otra)

Y todo ello en segundos. Es como un test de Rochard instantaneo; ¿a que te suena esto? Pues a esto. Sin más. Automático... Y, como el test, nos dice mucho del insultador.

.. Si eres aficionado a los toros eres un facha al que le tiene sin cuidado el puto planeta y los derechos de la mujer. Es evidente. Alguien debería escribir un libro sobre esto.

Esta simpleza en la construcción del pensamiento está muy extendida y está destruyendo toda posibilidad de ir hacia un modelo de sociedad civilizada. Demuestra no solo la falta de conciencia del alcance y consecuencias de lo que se dice sino también la enorme ignorancia de quien lo dice -en este caso no saber lo que significa nazi ni la dimensión del contenido del término-, y una imperdonable (se suele justificar por ingenuidad o juventud) "audacia" intelectual. Puede que la civilización la construya el filósofo con su pensamiento, el artista con su arte, el legislador con sus leyes, el general con sus conquistas y la aportación cultural decantada durante años en una época concreta, pero la destruye el mal uso del pueblo y la debilidad en protegerla del político.. Se destruye  cuando se impone la visión del simple sobre los principios y valores universales.

Eso por no hablar del "abaratamiento" del uso de ciertos términos del que ya he comentado mi opinión en otras ocasiones.

Y ya.

(*) Fake-Cita completamente inventada con el único interés espurio de dar empaque a mis propias teorías. Una vez escribí así un libro competo. Soy ladino.



Nota: No creía que a estas alturas de blog tras casi 8 años y cientos de entradas intentando explicarlo hubiera que aclarar que con estas entradas no estoy poniéndome a favor de una postura u otra (en este caso no defiendo ni dejo de hacerlo a los aficionados a los toros) sino que denuncio una actitud social y personal (el bandismo, el sectarismo, el frentismo, la polarización acrítica, la adhesión ciega a "lo que se espera que diga uno los míos", la obligación social de posicionarse claramente a uno u otro lado con el paquete de ideas que conlleva eso, etc.) que entiendo sumamente perjudicial para la convivencia, pero a la vista de algunas respuestas que recibo se ve que si hace falta hacerlo.

miércoles, 1 de enero de 2020

TIPOLOGÍAS

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De las posibles formas de abordar la realidad política española

(Dichoso aquel que puede elegir con cuál afrontarla. La mayor parte de la gente no puede. Reacciona según sus sentimientos sin más racionalización):

1) Enfado, rabia, cabreo (insatisfacción, irritación, desconfianza, desafección, indignación, radicalización, búsqueda de culpables, odio en último extremo) 

2) Amargura, tristeza, rendición (depresión como manifestación final) 

3) Activismo verdadero, idealismo sea del color que sea, ganas de cambiar las cosas (decepción o frustración como resultado) 

4) Ironía, cinismo, no dejarse amargar ni enfadar, apartarse de la realidad como mecanismo defensivo mediante el humor, ver el lado gracioso, tomárselo a risa.. (Suele venir de la decepción y lleva al desentendimiento) 

5) Activismo falso, postureo, partidismo mal entendido (qué hay de lo mio). Lleva a la partitocracia y a la corrupción. 

6) Interés externo, egoísmo.. cómo sacar tajada, de qué me vale a mí (Lleva al Lobbysmo y al ultraliberalismo salvaje) 

7) Interés íntimo, superación por la realidad, sumisión, debilidad, baja autoestima.. ¿cómo me defiendo yo de esto? (egoísmo defensivo). Suele desembocar en facilidad para la manipulación. 

8) Cansancio, hastío, hartazgo, desengaño (Termina en Tristeza en un 87% de las veces y el resto en enfado. Siempre conlleva decepción y desentendimiento o desafección).


El enfadado (1) tiende a despreciar las otras posturas por poco comprometidas e implicadas en la solución de un problema que a él le parece gravísimo (Para él son tibios como mínimo, o "equidistantes" que en su idioma significa cobardes) salvo si desemboca en 3 siempre que sea en su bando (El enfado suele disfrazarse de activismo e implicación pero esconde dogmatismo, polarización y sectarismo.. y a veces xenofobia y racismo). 
El enfadado se tiene por solucionador del "problema" (¿cómo es que no ven los demás tan claro como él la forma en que esto se arreglaría? -se tiene por el único realista-) y los que no están de su parte son parte del mismo. Curiosamente su "implicación" y "activismo" como forma de contribución a esa solución suele ser el insulto al discrepante y la pesadez de su presencia en redes. Por alguna extraña razón el enfadado se siente en la obligación de compartir su estado continuamente. Hacérnoslo saber. Se autoimpone una especie de deber: contagiar su enfado, hacer proselitismo de su rabia, convertir adeptos no suficientemente enfadados todavía, hacer pastoral evangelizadora y apostolado de su irascibilidad. Las redes son su espacio favorito y el meme rebotado su herramienta. Tiene la obligación asumida de tensionar y recordar a todos por qué deberían estar enfadados.



El amargado puede desembocar en 1 (Cabreo) o en 4 (Desentendimiento)..

..Igual que el 4 (Cínico) puede acabar en 2 (Amargado) si baja la guardia. 

El Egoísta (6) es una forma negativa de cínico a la que se añade el interés y suele disfrazarse de activismo (falso) -5- con el que colabora de manera cómplice en la corrupción.

El falso activismo suele disfrazarse de activismo verdadero pero no engaña a nadie. Es otra forma de cinismo mala.

Así mismo el activista verdadero suele acabar en amargado salvo que lo maneje bien y entonces acaba en cínico. Un idealista es un decepcionado que todavía no lo sabe. 

Por último el debilitado a la defensiva (7 - egoísta por supervivencia-) es del que se aprovechan y puebla las filas de los manejables por los enfadados, los activistas y los egoístas.

Y así estamos.

"Lecciones de sociología doméstica a la española"
Ediciones Randyanas 2019