miércoles, 14 de noviembre de 2012

ECOSISTEMA DEMOCRACIA

La democracia es como un ecosistema. A nadie se le ocurriría decir que en un bosque hay buenos y malos. Todos son necesarios. Si desaparecen los carnívoros el equilibrio se resiente, se disparan en población los herbívoros y al cabo de un tiempo no hay recursos vegetales por su consumo esquilmado con lo que termina sufriendo todo el sistema. Sin ciervos no hay lobos (y los lobos solo son los malos en las metáforas y los cuentos aunque soy consciente de que la analogía depredadores-depredados no es muy buena sociológicamente).

En este sistema cada uno hace su papel y para el sistema sería malo que alguno ganara a costa de que los demás pierdan. A la larga eso hace que hasta el que gana termine perdiendo. La clave está en el efecto de contrapeso que hacemos unos respecto a otros. El poderoso debe saber que no le dejamos hacer lo que quiera. El gobernante que hay límites. El empresario que no todo vale por el beneficio. Los poderes deben equilibrarse entre sí. La ausencia de esos límites lleva al poder absoluto y a la absoluta corrupción (merecería capítulo aparte lo relacionado con la falta de alternancia, que genera estas distorsiones).

Este rol juegan las manifestaciones, partidos minoritarios, huelgas, sindicatos, movimientos ciudadanos, redes sociales, medios de opinión y comunicación independientes (¿?), etc. (debería jugarlo la oposición pero se arriesga a que se lo hagan a ellos cuando vuelvan al poder y claro, prefiere el paripé.).
Los ciudadanos debemos vigilar y exigir a quienes elegimos para que nos gobiernen.

Cada uno tiene su papel en este equilibrio constante. Si falta uno o deja de hacer su papel todo se resiente. 

Agradezco a quien hace huelga para defender sus derechos y los míos, pero no tolero la actitud dogmática del que considera que quien no actúa igual es un traidor. Todas las piezas de ese ecosistema (ciudadanos, instituciones,..) tenemos capacidad de decisión, somos adultos y libres. Que nadie decida por nosotros ni nos imponga comportamiento alguno -nadie- No todos somos iguales ni tenemos por qué pensar lo mismo (a pesar de que a veces creo que hay gente que sueña con una sociedad en la que todos piensen lo mismo, es decir como ellos. Consideran a los demás equivocados y creen que hay que convencerlos y si no vencerlos. Eso sí es un fascismo. El sueño del dogmatismo produce monstruos)

Yo no quiero que gobierne UPyD ni IU, y sin embargo creo que juegan un rol vital para la salud de esta democracia haciendo saber que hay límites que no pueden rebasarse. 
No me gusta cómo funcionan los sindicatos en general pero creo que su función es importantísima para la democracia y que su ausencia del escenario sería fatal.
No soy votante del PP pero reconozco su legitimidad avalada por las urnas y entiendo que el momento histórico exige que alguien adopte medidas impopulares. 
Valoro en lo que vale la labor de los cuerpos de seguridad del estado y sin embargo creo que Amnistía Internacional hace bien en denunciar los abusos cuando se dan. 
Estoy mas cerca del trabajador en mis posturas pero sé que no lo sería si no hubiera empleador.

Nadie disfrutaría en una liga en la que sólo jugara uno por haber expulsado a los demás. Cada año gana uno pero hacen falta los demás (aunque haya dos equipos que se alternen).

Nadie debe ganar en el sentido de dejar al otro vencido (aunque es bueno que se alternen los que mandan en las victorias). Cada uno debe jugar su papel y contrapesarnos unos a otros. Nos necesitamos. La ausencia de uno (o su derrota) acabaría con el ecosistema a la larga. 

Este es uno de esos momentos en que la vigilancia y el grado de exigencia han de ser mas intensos y fuertes. El panorama lo merece. Pero no confundamos el culo con las témporas. Se trata de quejarse, no de sustituir. Cada uno tiene su rol. No consiste en expulsar del ecosistema a una de sus piezas sino recordarla sus límites y que está siendo vigilada. Por querer que ganen los nuestros podemos perder todos.

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