Si no llega la sangre al río y la gente se lo sabe tomar bien las técnicas bandistas pueden hasta ser divertidas.
Sin embargo paradógicamente no es lo habitual que las palabras FÚTBOL y DEPORTIVIDAD se conjuguen bien en la misma frase.
En Sevilla hay un rascacielos en construcción. Unos paletas que trabajan en él y son béticos han decidido dejar su particular huella subiendo "a lo mas alto" de la ciudad a su club simbolizado en su escudo.
Vengo de camino al trabajo oyendo la radio asombrado con un "periodista" que trata a toda costa de meter el dedo en el ojo y generar una tensión que hasta su intervención no existía. Le pregunta al presidente de una peña sevillista si van a consentir esto, e incluso llega a proponer subir y poner "como mínimo a la misma altura" un escudo de su club.
El presidente sevillista acorralado por el bandismo mas cutre se pone muy digno y señala que "no se van a rebajar a eso porque eso es lo que están buscando los béticos". Y lo dicen en serio.. los unos, .. los otros, .. el "periodista".. como si de verdad el tema tuviese la más mínima trascendencia. Y lo dicen con tensión y enfado, como si fuera una ofensa seria más allá de la broma o el juego.
A-C-O-J-ON-A-N-T-E
Para mayor abundamiento y reflexión sobre el tema me remito a entradas antiguas: