Hoy trataré de enseñarte algo en lo que seguramente ya te hayas fijado Nicómako, hijo mío.
El mayor enemigo de la inteligencia es la idea preconcebida, el prejuicio, la opinión decidida. El espíritu crítico consiste en afrontar cada idea que se te presenta para tu análisis, cada acto de una persona, cada realidad, cada decisión.. por si misma, sin agruparla ni hacerla pertenecer a ningún lote. Ante ella te preguntarás ¿Sobre esto QUÉ opino YO? y en base a tu cultura, tus antecedentes, tus ideas y principios, tu experiencia y tu situación, te construirás una opinión. Pero lo harás en ese momento. Ex novo. Sin verte condicionado por lo que se supone que deberías opinar por lo que antes pensante sobre algo similar, o por lo que otros esperen que opines (eso es la independencia), ni por cómo afecte a tus intereses la verdad a la que llegues en tu reflexión (eso es la justicia), ni por lo que te digan los supuestamente "tuyos" que debes pensar.
Ya hay demasiada gente en el mundo que se ahorra pensar porque ya pensó una vez y tienen decidido lo que opinan sobre cada nuevo tema que se les presenta, o peor, de gente que se limita a repetir sin pensar lo que le dictan que debe pensar. Demasiada gente que adopta la opinión de su bando sin someterla a crítica alguna. Que cree que tiene criterio propio porque se adscribe a un grupo y a todas sus opiniones en bloque. Demasiada gente que se ha creado un personaje y se cree en la obligación de serle fiel para siempre. Si descubres que te has convertido en eso te recomiendo que salgas de ahí cuanto antes.
La esencia de una idea pre-concebida, de un pre-juicio es ese carácter de ya decidido de antemano. Eso es el dogmatismo, el anquilosamiento, la creencia en la superioridad de las opiniones propias (o ajenas pero adoptadas como suyas), la concepción de la duda como debilidad y derrota, el fanatismo al final.
Ante cada nuevo ítem pregúntate si lo que opinas sobre ese aspecto, esa persona, esa idea o planteamiento, es tuyo o te lo has apropiado de otro. Y si llegas a la conclusión de los segundo cuestiónate por qué lo haces y si en tu fuero interno estás de acuerdo con ello o solo lo has asumido porque creías que era lo que había que hacer/decir. A veces te terminarás contestando afirmativamente a esta pregunta y no habrá nada malo en ello,.. porque habrás aplicado a tu propia opinión tu sentido crítico.
Cuestiónate siempre si lo que piensas acerca de algo está construido sobre un prejuicio que tenías, y si este es o no correcto. Si está hecho en base a una idea preconcebida que nos limita o es una idea libre nacida desde cero ante cada nuevo aspecto/ persona/ opinión/ hecho/ acto/ decisión que se presenta a tu juicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario