En torno a la diferencia entre hablar de un tema y estar de acuerdo con él.
Parecería lógico pensar, pasado ya el primer cuarto del siglo XXI, que la diferencia entre ambas cosas debería estar clara a estas alturas y que no es lo mismo sacar la cuestión del holocausto que estar a favor y ser nazi, por ejemplo. Sin embargo no deja de parecerme asombroso que esto que parece tan evidente en casos como ese no lo sea en la conversación diaria, y que para muchas personas el mero hecho de comentar la existencia de un fenómeno (La prostitución, el comunismo, la pena de muerte, el cambio climático, el aborto, el alzamiento del 36, las drogas..) ya te haga sospechoso de tener una postura y de pertenencia a un bando.
Es un hecho que hay una autocensura en los temas que se proponen y sacan en las conversaciones. Para evitar ser confundidos con lo que no eres y sabedores de que esto se da continuamente en la realidad la gente se corta de hablar de cuestiones concretas sensibles. Ya no de dar su opinión sobre ellas sino ni tan siquiera de proponerlas sacándolas a debate. Increíblemente sigue habiendo quien piensa que si sacas una cuestión es porque estas de acuerdo con ella en el fondo o si no, no lo harías. Gente que no concibe que se pueda simplemente querer hablar, conocer el punto de vista de otras personas sobre los temas, intercambiar, etc... y que sugerir hilos de la conversación no denota interés alguno en defender una postura concreta ni con ello se está apuntando una opinión.
Para esas personas digo que la elección de temas no tiene que suponer posicionamiento personal. Eso no significa que tal afirmación se pueda aplicar a todo caso. También se entiende que hay quien propone temas introduciendo con ello de manera consciente su punto de vista al hacerlo y que en esos casos sí es cierto que la mera propuesta conlleva en sí misma posicionamiento. Lo que sostengo es que no tiene por qué presumirse que eso es así siempre. No todo el que quiere hablar de una persona lo hace porque esté a favor de sus opiniones o en contra de ellas, no todo el que quiere conversar sobre feminismo está haciendo con ello un manifiesto, no todo el que habla de la existencia del cubismo está con ello señalando su estilo artístico favorito ni el que cita a un autor lo esté situando en su particular relación de gustos. Sólo son temas de los que hablar.
Y ya.
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