sábado, 8 de diciembre de 2018

PARADOJA DEL "OFENDIDITO": LOS OFENDIDOS POR TANTO OFENDIDO

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(U "ofendida", que no quiero empezar mal olvidándome de ningún colectivo potencialmente ofendible)

Como sucede en general con todo fenómeno al que toca aun tangencialmente la mentalidad bandista, es difícil argumentar sin caer en la paradoja. Hay que mantenerse muy cuerdo para señalar las actitudes sectarias de unos y otros en los extremos y permanecer en la moderación y el punto medio. Siempre habrá quien te interprete mal ya sea por considerarte erróneamente "de los otros" si se siente atacado por tus planteamientos o los ejemplos que usas para presentarlos (aunque lo que pretendas demostrar sea precisamente que no estás en ninguno de los bandos y desde luego no en el "contrario" al suyo pues esa es precisamente la esencia de tu discurso), o por el contrario te tacharán de equidistante y tibio. Es difícil tratar de ser defensor de lo que en cada ocasión crees justo, perseguidor de la verdad sin apellido de interés alguno sino por el hecho de serlo por sí misma o reflexionador sobre ideas sueltas sin necesidad de ir en paquetes junto a otras presuntamente conectadas. Es difícil mantenerse bajo la escuadra de la honradez y aguantar ser tachado por unos y otros (que se sienten cómodos en el esquema gráfico de los dos bandos atrincherados uno frente al otro) de opuesto a ellos (curiosamente a ambos) o de pusilánime que no quiere mojarse mediante la fácil adscripción a alguno de los bandos que te dé los pensamientos ya masticados para simplemente apropiártelos sin necesidad de cribarlos antes por tu propio sentido crítico asumiendo así como estilo de vida un existencial sentido de la disciplina de partido.  
Con frecuencia se entiende que es una paradoja si te posicionas CONTRA algo habiendo dicho que en lo que crees es que las ideas y las personas no existen por oposición o contradicción entre ellas, y que pueden coexistir si hacemos el esfuerzo de la empatía poniéndonos en el lugar del otro y tratando de entenderlo.
Se ve como una contradicción insuperable que tus argumentos puedan entenderse como una postura CONTRA los que actúan desde planteamientos bandistas. Si dices estar en contra del bandismo, o que no hay por qué aguantar que los bandistas te manipulen se entiende que estás contra ellos y eso hace que su cerebro explote irremisiblemente. Estar CONTRA los bandistas es a lo que yo llamo "La paradoja randyana".

Exactamente lo mismo sucede con el tema de los "ofendidos" en redes sociales y en este nuevo mundo en que vivimos en general; Si se te ocurre decir que estás harto de tanta piel fina que se molesta a la mínima y todo lo pasa por el tamiz del pensamiento único enfadándose a la mínima y pidiendo linchamientos colectivos para el bromista o el discrepante de ese pensamiento, lo más posible es que alguien te incluya a su vez en un nuevo grupo de ofendidos; Los metaofendidos. Los ofendidos por los que se ofenden fácilmente.

Tal como yo lo veo la vacuna para no caer en ello es la individualidad asocial y arisca. En el momento en que se produzca el efecto contagio o el efecto refuerzo estamos perdidos. Todas estas causas son respetables en tanto no demos los siguientes pasos. Mientras no nos agrupemos. Pues la agrupación de los que piensan igual sobre algo y se sienten ofendidos por el ataque a ese algo lleva de manera casi inexorable al refuerzo mutuo de esos posicionamientos y a creernos apoyados para ir más allá de lo que haríamos a título personal. Y de ahí a pedir cabezas últimamente solo media un paso. La facilidad que dan las redes lo hace posible. Las turbas ya no son analógicas. La única sociabilidad que debe permitirse es la lúdica o la de quienes hayan demostrado la capacidad de resistencia intelectual a la droga engañosa y polarizadora de la coincidencia de posturas.

Por eso aunque estés de acuerdo conmigo en lo expuesto ni se te ocurra dar like ni comentarlo. Vivamos nuestro enfado como individuos. Separadamente. A distancia unos de otros. Hasta los que estamos de acuerdo entre nosotros (sobre todo esos). No quedemos nunca (al menos por estos motivos), no sepamos el uno del otro, no pongamos de manifiesto nuestro mutua coincidencia en nada.. y por lo que más queramos:.... no hagamos un grupo de Whatsapp.

Y ya.

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