Hay un bando al que estás vinculado "bandisticamente" de manera natural: Los tuyos (tu familia, los amigos, tu pareja, etc.). Tienen que pensar como tú (Y si no es así no lo pueden decir). Los bandistas presumen que quien tiene algún vínculo contigo de este tipo ha de pensar como tú en todo. Serán de tu misma opinión, opción política, gustos y se les podrá confundir contigo y tus planteamientos. El vínculo (sanguíneo, de afinidad, amistad, sexual..) hace que tengáis que estar de acuerdo. Esto es lo natural.
Si los que tienen ideas distintas han
de enfrentarse hay que deducir que los que se llevan bien (por ejemplo los
amigos) es porque tienen las mismas ideas. “Quienes piensan distinto se enfrentan luego quienes se
agrupan es porque están de acuerdo”.
Los lazos
familiares, la amistad o la afinidad anulan
el criterio propio. Dos personas no pueden ser afines (amigos,
amantes, compañeros, pareja, socios..) si tienen puntos de vista distintos. Tener
opinión propia se considera una deslealtad hacía los tuyos (una traición) -si
es distinta a la de tu referente (madre, esposa, hermano, padre, etc.)-. Cuando alguien es tu amigo es por algo. Si no
estuvieras de acuerdo con él en casi todo dejarías de serlo ya que piensa así.
Si vais juntos es porque creéis en lo mismo. Si no fuera de su cuerda no se
habría casado con él, etc.
Esta aberración es el culmen del corporativismo mal entendido. En este
caso de adjudicación a un bando, un sujeto ni siquiera tiene que manifestar una
opinión. Es suficiente tener una relación personal. Se asume que por el hecho
de tener vínculos familiares o afectivos estás en uno de los lados. No requiere el acto voluntario de
sumarte a sus postulados aunque sea por analogía o tergiversación. La familia
(el clan, los tuyos..) no permiten la disensión. Si no ¿por qué son los tuyos?,
¿qué tipo de lealtad es esa?, ¿cómo va a ser hermano de un talibán y no ser a
su vez un fundamentalista radical?
El hilo argumental de “Astérix en Córcega” es la vieja enemistad entre
un hombre y otro aunque ninguno sabe el origen de la animadversión entre sus
familias. Al final de la historia se descubre que fue por una nimiedad entre
dos ancestros de ambos cuando uno de los personajes explica como razón de peso
para llevarse años sin hablar que “Los
viejos dicen que el tío abuelo de Ocatarinetabelachitchix se casó con una chica
del clan Talasoterapix, de la que estaba enamorado un primo lejano de un
antepasado de Figatelix..”
Usos falaces:
1) “Consecuencia Morgan” (O “conexión con el rechazo”): Si eres su amigo es porque piensas
igual. Si no es así deberías dejar de ser su amigo. Se trata de esa exigencia
de elección que te pone entre la espada y la pared: “o él o yo”, “no entiendo
como puede ser su amigo pensando cómo piensa”, “deberías dejar de tratarte con
él, es de los otros”, etc.
2) “Vuelta de tuerca Nyemayer”: Se trata del
planteamiento inverso. Si un ser querido sostiene A esperará que públicamente apoyes sus tesis (o que como mínimo no
la lleves la contraria, aunque en privado puedas luego manifestar tu desacuerdo
o incluso sepa que piensas distinto). No se trata de que los terceros hagan esa
presunción, sino de que tu propio familiar o amigo la haga. Prueba de esto es cuando
a veces decimos “Antes no te he querido llevar la contraria delante de tus
amigos pero..”
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¿Por qué hemos de entender que la familia anula al individuo?, ¿por qué
la pertenencia a la unidad genética, sanguínea, cultural.. a un grupo, ha de sustituir
el criterio propio?, ¿por qué hemos de admitir que nuestros principios se vean
“limitados” en el entorno de los cercanos?, ¿por qué hemos de disimular
nuestras ideas o temer manifestarlas por un equivocado sentido de la lealtad
por encima de la libertad personal?.
La pertenencia al clan no conlleva un juramento de fidelidad por encima
de los posicionamientos personales (a menos que lo hagas voluntaria y
expresamente, que eres muy libre), ni una renuncia a ti mismo. Esas técnicas
son mafiosas. Y la mejor prueba es que se puede querer mucho a alguien y estar en completo desacuerdo con él en algo.