lunes, 1 de enero de 2018

YA IBA SIENDO HORA


..De que un blog dedicado a la crítica a la manipulación y a ensalzar como valores deseables la búsqueda de la verdad y la objetividad guardara un minuto de silencio en homenaje al paradigma histórico del periodismo español de calidad. 

Manuel Chaves Nogales personifica el periodismo de verdad, el único periodismo que debería llevar ese nombre. En un momento histórico, la guerra civil española, en el que abanderar la verdad te costaba la vida con frecuencia y la objetividad era todo menos un aliado porque podías ser tachado de traídor por los dos bandos por ella, Chaves Nogales nunca renunció a su profesión, la de contar los hechos, con objetividad periodística, lo que debería ser (pero no lo es) una redundancia.

Fue un cobarde para unos, por no significarse en su opinión más claramente. Por no dejar a un lado los abusos de ese bando, de "los suyos", de los mismos que le acusaban de traición por supuesta equidistancia o de tibieza en su posición poco o insuficientemente agresiva contra el otro bando. Por no perdonar las injusticias que estos cometían fue tenido por poco fiable. Por no ponerse suficientemente del lado de "los suyos".  Por no atacar con la suficiente ciega ira a "los otros", por no compartir su fanatismo en aras, no de la moderación, sino de la verdad, más que cruda y cruel a veces en sus crónicas y obras.

Fue un "rojo" con el que acabar para los del otro lado, por no condenar el marxismo o por insultar al fascismo. Por contar las cosas como las veía y eran sin el matiz de los intereses ni la influencia de quienes necesitaban proyectar una visión concreta aunque no fuera cierta, ni el miedo del chantaje. Por no prestarse a la propaganda que sustituye y contamina el verdadero periodismo. Por no contribuir a envalentonar a las tropas o a acobardar a la población salvo si eso era consecuencia de reflejar lo que estaba pasando.


Por mirar la realidad con ojos de verdad, por ser ecuánime en la búsqueda del dato, por narrarla con pasión pero sin ceguera fue un enemigo para todos menos para los hombres y mujeres honrados que quieren hacerse una idea veraz de cómo son las cosas y para ello necesitan información que les ayude en su tarea. Eso es (debería ser) el periodismo.

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