lunes, 23 de septiembre de 2013

LECCIONES DE "ANTIBANDISMO" (Paradoja Randyana)

TEMA 1: SALIR DE LAS TRAMPAS DIALÉCTICAS

Los más hábiles "bandistas" usan magistralmente el lenguaje en sus espurios intereses y puercas intenciones de tenernos enfadados y enfrentados entre nosotros. En ese arte se especializan usando las más variadas herramientas dialécticas. 

Una de las construcciones argumentales más frecuentes en su discurso para rebatir una idea anteriormente presentada es la "DISTRACCIÓN DE LO ESENCIAL CENTRÁNDOSE EN LO ACCESORIO".

Si queremos mantenernos en el terreno de la verdad, la coherencia personal, la ética y la justicia tratando de no ser "bandistas" hemos de estar especialmente vigilantes a esta sutil forma de manipulación.

Me estoy refiriendo a esos casos (por desgracia tan frecuentes) en que el interlocutor (la persona con la que mantenemos una conversación, el periodista que transmite la noticia tratando de crear opinión, el político que da su versión..) no debate con nosotros una idea, no se centra en rebatir la idea misma o discutir el fondo, sino que ante la falta de argumentos sobre ella usa la estrategia de la distracción tratando de que la audiencia olvide lo importante del tema (la idea misma presentada y discutida) y el debate pase a girar en torno a aspectos accesorios.

Se ve y oye esto muy a menudo. Cuando para rebatir una idea la argumentación en contra es por ejemplo desacreditar a quien la defiende.  Sutilmente se consigue que el peso la discusión pase a a ser sobre una cuestión instrumental y adjetiva respecto a la verdaderamente importante. Cuando te quieres dar cuenta has dejado de debatir sobre la esencia y lo estás haciendo sobre aspectos colaterales. 
Los más hábiles no solo consiguen con ello distraer, sino incluso a veces desmontar el argumento de la idea inicial mediante el de la accesoria.

Para ello suelen usar argumentos de distracción como:

- Los aspectos formales al presentar la idea.

"- Hay cosas que cambiar en la Constitución.
- Para ello hay contemplado un proceso de reforma."

- Quién la defiende (qué ideas ha defendido en el pasado, a qué grupo pertenece, que otras ideas tiene él o ese grupo, -Y ya no te digo las conexiones con otros grupos por lo que el "bandista" considera afinidad-, etc.).

"- El Toro de Vega es una tradición que da vergüenza.
- ¿este no era el que pidió al Rey que abdicara?."

"- A un fenómeno como la demanda nacionalista en Cataluña hay que prestarle atención y no obviarlo visceralmente.
- Quienes lo defienden se alinean con ETA en sus intenciones."

- La crítica al ejemplo puesto concretamente.

"- La justicia no es una ciencia exacta. A veces no funciona. En mi opinión con el Juez Garzón se actuó políticamente en el caso de las escuchas a los abogados.
- .. ¿Ahora defiendes a estafadores?. Porque te recuerdo que está inhabilitado por los cursos aquellos en que aceptó dinero del Banco Santander"

El buen argumentador (bueno en el sentido ético y también técnico) ha de tratar de devolver la conversación al debate de ideas, al eje, a la esencia.. no dejándose arrastrar  por la estrategia de distracción ni por la técnica concreta usada. No cayendo en la trampa "bandista". Retornando al debate sobre la idea discutida sutilmente, sin agresividad pero con contundencia, con empatía pero con asertividad.... y no caer en la peor de las trampas .. la de sentirse incluido en el bando al que nos adjudican por defender la esencia misma de la discusión de ideas: la libertad. 

NO POR DEFENDER QUE UNA IDEA SE PUEDA DISCUTIR ES QUE ESTAMOS DE ACUERDO CON ESA IDEA.. SOLO CON EL HECHO DE QUE CABE EL DEBATE SOBRE ELLA, QUE HAY QUE ESTAR ABIERTOS, QUE NO ES DOGMÁTICA LA OPINIÓN DE NADIE NI VERDAD ABSOLUTA.

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