"Ganar la batalla del relato"
¿Puede que estemos ante la expresión más asquerosa en términos éticos que el neolenguaje ha inventado? A mi me caben pocas dudas.
Cuando la usa alguien está hablando ya no de dar "su versión" de los hechos, lo que conlleva una connotación, por lejana que sea, de que el usuario cree en ella, sino de una visión en la que no es importante si "lo relatado" es o no verdad. La idea de "relato" hace alusión a una narración del tema del que se trate en que se admite la ficción mientras nos convenga. Cuando se habla de construir "el relato" es una expresión literal, se refiere a inventar uno que se pueda intentar hacer creer, que pase por verosímil (a veces ni eso), pero sobre todo que nos beneficie o perjudique a los otros. Lo demás es colateral y accesorio. Lo relevante en la batalla por el relato es que sea creíble por el español medio, no que sea cierto.
La expresión conlleva además un proceso posterior a la fase imaginativa. Exige difusión, repetición hasta el hartazgo, hasta que suene tan normal que los simples la repitan a su vez ya sin necesidad de instrucciones como parte de sus creencias. Sin asomo de duda. Gana en esa batalla quien se ve ayudado por más colaboradores dispuestos a repetirla acríticamente y darla por buena, claro. Es lo que en otro logro del neolenguaje se llama "postverdad".
Hay que poner a trabajar el traductor. Ganar la batalla del relato es "hacer creer nuestra versión de los hechos" al mayor número de personas. Porque "el relato" suele ser lo contrario a "la verdad". Esta es objetiva y el relato es interesado por esencia. Ganar esa batalla requiere una intención de manipulación, no de veracidad. Quien lo pretende no aboga por lo justo, lo correcto, lo cierto.. sino por lo que le interesa.
Se deja ganar la batalla del relato no solo el bando que pierde ante la opinión pública en cuanto a credibilidad de su versión, sino, ante todo, el individuo que admite el relato sin más, sin someterlo a su propia creencia y sentido crítico.
Nikómako, oye las verdades que los otros proclamen y tras ello construye la tuya.
Y ya.