domingo, 21 de mayo de 2017

EL DEDO Y LA LUNA


"Si eres capaz de ver tu verdad retorcida por los pícaros
para convertirla en lazo de los tontos
.. 
serás hombre hijo mío."
Rudyard Kipling


“Soy responsable de lo que yo digo, no de lo que tú entiendas”.

"Seguro que os ha pasado alguna vez. Habéis intentado exponer una idea y cuando os habéis dado cuenta estabais hablando de otra cosa. Alguien había cogido parte de vuestra explicación y la había aprovechado para introducir otro tema completamente distinto. Y lo peor es que se las había arreglado para exponerlo como si la suya hubiera sido la idea que vosotros tratabais de exponer.

Suele suceder que lo que hace quien así actúa (conscientemente o no) es que toma un corolario menor de vuestra argumentación, algo adjetivo que en principio no era la idea central, un hilo menor y colateral, y se centra en ello distrayendo del argumento inicial convirtiendo este tema secundario en nuclear como si esa parte del discurso, que inicialmente era meramente instrumental, fuera la importante de vuestra exposición -En el peor de los casos un mero ejemplo que has usado para ilustrar tu tesis-.

A veces lo hace de buena fe. Equivocadamente no comprende tu concepto y asume que te referías al que él ha entendido (o al que ha presumido). Otras es simplemente esa querencia que tienen algunas personas a protagonizar las conversaciones ajenas para lo que desvían cambiando de tema para que se trate la cuestión que a ellos interesa usando para ello un supuesto hilo de conexión menor con lo que tú señalabas. Puede ser que se trate de una mera reducción o simplificación; como no ha entendido bien la idea principal la resume erróneamente en otra completamente distinta incluso tratando de explicar a tu audiencia lo que has querido decir. Hay también ocasiones en que, como dice el proverbio, simplemente nos encontramos ante una simple diferencia de niveles en el dialogo, pues es bien sabido que hay quien se fija en el dedo cuando otro señala la luna y que las personas simples hablan de otras personas, la gente común habla de cosas, pero los verdaderamente inteligentes hablan de conceptos. Incluso a veces, solo a veces, por suerte las menos, estamos ante un caso claro de intento de manipular, un argumento falaz, el de distraer intencionadamente del tema importante para convertirlo en algo menor, para minimizarlo, para "convertirlo en lazo de los tontos".

Puede ser que lo que quieras decir es por ejemplo que la guerra es siempre atroz, y para ello hables de la maldad humana y concretes en los esfuerzos de diseño en algunas armas pensadas para hacer el mayor daño posible. Y en un despiste, en unos segundos, te encuentres en medio de una polémica en torno al derecho a portarlas, mientras tu piensas ¿Como hemos llegado aquí?, Si yo de lo que hablaba era de las miserias de la guerra. 

Pero lo peor de estas situaciones suele ser cuando alguien entiende tu postura como polarizada en defensa de alguna posición que no era la tuya ni nunca trataste de defender o incluso como si le estuvieras atacando personalmente. Y, sin comerlo ni beberlo, de repente te ves defendiéndote de los ataques de uno de los contertulios (a menudo quien redirigió la conversación a un tema que no era el que tú estabas presentando).

- ¿Que pasa, que no pueden en Texas llevar armas porque tú lo digas? ¿No son libres? ¿No son lo suficientemente inteligentes para decidir por ellos mismos?.. Ya son mayorcitos sin tu ayuda. ¿Eres acaso más listo que una de las democracias más antiguas del mundo?

Ves como tu tema inicial se aleja irremisiblemente sin posibilidad de retomarlo a pesar de tus esfuerzos. Y eso sucede todavía a más velocidad cuando entre los participantes en la conversación hay algún otro que olvidando el tema central sigue el hilo abierto por el que ha "cambiado de tema" hacia la cuestión menor y auxiliar respecto a la tuya.

Y entonces el daño ya está hecho. Ya nadie recuerda de qué hablabas inicialmente ni cual era la idea que querías exponer. Ya solo queda que alguien ha presumido que tú estás en una determinada postura y lo ha elevado a verdad absoluta al haberlo verbalizado.


- Me preocupa últimamente la señora Perkins. Tiene la casa llena de gatos.
- Y que tienes tú contra los gatos. Yo tengo gato..... Te ponía yo a ti a limpiar las aceras, que estoy hasta los c****** de pisar las mierdas de vuestros perros.

Y ya"


-Sobre la Ley de Hassel-Terry y el Sistema Esteban de adjudicación, 
así como en lo relativo a mecanismos de defensa antes estas actitudes:

SI TE GUSTAN LAS RUBIAS ERES UN MACHISTA





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