sábado, 1 de septiembre de 2012

HONRA MERECE..

..quien a los suyos se parece? (La familia como bando)

Cuando con todo el derecho del mundo y toda la legitimidad nos adscribimos personalmente a un "bando" (nos asociamos, nos afiliamos a un partido, hacemos expresa esta vinculación con una confesión religiosa, mostramos simpatía por un colectivo con valores o principios reconocidos, etc.) lo hacemos mediante un acto voluntario y expreso. 
Una de las características que dan esencia al "bandismo" es que actúa desde fuera. "Ajenamente". Estableciendo presunciones sin contar con nosotros. El "bandista" nos adjudica a un bando sin que le hayamos dado permiso para ello o lo hace sin la suficiente base.

Hay uno de esos "bandos" en que eso se lleva al extremo más absoluto: La familia. En este "bando" estamos adjudicados "de nacimiento" para el bandista. Ni siquiera hace falta que hagamos algo de lo que él pueda extraer una presunción.

El "bandismo familiar" es el más extendido de los bandismos. La presunción de que las personas le debemos lealtad a nuestros lazos de sangre incluso en lo ideológico es una de las presunciones bandistas mas aceptadas socialmente. Lo más paradógico es que ni siquiera exige por nuestra parte una pista (aunque sea falsa) para que la presunción opere en el "bandista". Este entiende sin más que por pertenecer a un linaje familiar han de compartirse opiniones, puntos de vista, ideas..hasta extremos absurdos.

Esta presunción tiene una expresión "horizontal" y otra "vertical". 

La horizontal consiste en partir de la base de que dos personas con vínculos familiares (marido y mujer, hermanos, padre e hijo..) pensarán igual sobre los temas y entender una deslealtad o una falta de respeto si no es así. Curiosamente en estas "deslealtades" siempre hay un superior cuyas ideas había que haber compartido y un  inferior que no debía haber tenido opinión propia y debía haber simplemente asumido las del superior familiar (La mujer respecto al marido, el hijo respecto al padre, el hermano menor respecto al mayor..)

La otra manifestación de este axioma es su materialización “histórica” o “en vertical”. Se trata de la presunción que establece el bandista cuando espera que honres a tus antepasados siguiendo en el mismo bando que ellos. Estas personas parten de la base por ejemplo de que quien tuvo un abuelo luchando en el bando republicano será de izquierdas. Las familias (y sus miembros por derivación) son de una corriente u otra por herencia. Los sujetos han de pensar igual que pensaron sus antepasados. Ridículo ¿verdad?.. y sin embargo ¿a que nos resulta familiar[1]?.

El hilo argumental de “Astérix en Córcega” es la vieja enemistad entre un hombre y otro aunque ninguno sabe el origen de la animadversión entre sus familias. Al final de la historia se descubre que fue por una nimiedad entre antepasados lejanos de ambos.


Una cosa es el amor fraterno o filial (que tampoco es presumible) y otra la lealtad ciega y la obediencia por "auctoritas" aceptada por obligación social, alienante y limitadora de la libertad individual. Se puede no pensar igual que tu padre, no compartir punto de vista sobre un tema con tu mujer.. y ello no supone quererles menos. No hay por qué permitir que el bandista presuma que si mi hermano expresa una opinión yo estaré de acuerdo o que defenderé lo que diga uno de los míos sea lo que sea lo que haya dicho. Y que me reservaré mi opinión para no dejarle en un supuesto mal lugar por un mal entendido sentido de la lealtad que en realidad esconde la peor deslealtad, la que nos debemos a nosotros mismos.
Para abundar mas en este tema..


[1] Nunca mejor dicho.

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